Querida familia: hay circunstancias que nos invitan a derrochar conversatorios sobre determinados hechos que parecen insólitos, pero que son reales cuando el motivo que los convoca es querido y amado como sucede hoy al acatar la convocatoria que nos hacen la tía Lucila y Florita, para que dialoguemos de tantos recuerdos, hechos y realidades que ellas nos dejan.
Si acatamos el llamado de nuestra querida Tía Lucila y de Florita, sentimos su presencia y nos llevan de sus manos por el camino que algún día recorreremos, las vemos con su seria, pero alegre sonrisa, con su intervención seria y serena, sobre los temas que tocamos, para decirnos que ellas continúan con nosotros transmitiéndonos las nuevas experiencias que muchas veces necesitamos, para superar los obstáculos humanos que tanto nos lastiman.
Sigamos su ejemplo; si miramos a nuestro alrededor, encontramos familiares de todas las ramas nacidas de nuestros ancestros, lo que significa la expresión de amor y cariño que ayer, hoy y mañana cultivaremos, para conservar nuestra identidad familiar, que tanto valoraban la tía Lucila y Florita.
En este instante, nuestra memoria trae el recuerdo de nuestra querida, amada y siempre recordada tía Lucila que fue madre y consejera para todos los que acudíamos a su orientación, para que nos ilustrara con su sabiduría; igualmente a Florita, siempre tan dispuesta a servir y acompañar a todos los que recurríamos a su consejo.
ISMAEL QUINTERO PINEDA.
Palabras de Ismael Quintero Pineda el 28 de julio, al cumplirse 7 meses del fallecimiento de la Sra. Lucila Quintero de González y primer mes de Florita Tuta, en una reunión familiar con tal motivo.