Con el fin de aprender, de perfeccionar técnicas y de enamorar a través de los sabores, 20 nortesantandereanos se prepararon para mostrar al departamento su talento en la cocina.
Todos comparten el mismo sentimiento “amamos lo que hacemos”, y así lo evidenciaron durante su graduación como técnicos laborales en cocina de la escuela de formación Amalthea, donde se sumergieron en el ‘maravilloso mundo de los sabores’ y pudieron demostrar en una noche lo aprendido a lo largo de dos años.
Doris Yaneth Ayala Morales, es una de las graduadas, quien aseguró que este fue uno de los días más felices de su vida.
“Mi amor por la cocina empezó, cuando decidí vender almuerzos en mi casa, empecé con pocos y cuando me di cuenta tenía bastante clientela”. Ella recuerda que los primeros en impulsar sus sueños, para formarse en cocina, fueron los zapateros del barrio El Llano, sus primeros clientes.
Además de su familia, quienes la apoyaron en este camino, y a los que le pudo demostrar que a pese a su edad logró obtener un título profesional en lo que más le gustaba, pues gracias a esos almuerzos, pudo sacar a sus tres hijos adelante.
Por su parte, Carlos Alberto Afanador, director de la escuela de cocina Amalthea aseguró que La comida es lo más rico, y que se puede hacer empresa a partir de la cocina.
“Más que venir a aprender cocina, aquí se viene a disfrutar, a saborear, a conocer y a compartir lo aprendido con los demás. Ver la satisfacción del comensal es gratificante y esto se puede convertir en una muy buena oportunidad”, enfatizó.
El director agregó que las puertas de esta escuela están abiertas para todos los cucuteños, desde los 4 años en adelante.
*Karina Judex | Laopinion.com.co