La batalla entre Sony y Microsoft entró este jueves en su fase decisiva con el lanzamiento por parte de la empresa japonesa de su nueva consola PlayStation 5, dos días después de que su rival estadounidense sacara a la venta la Xbox Series.
A diferencia de Microsoft, que apostó por un único lanzamiento global, Sony pone en venta la consola en dos etapas: Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá y México a partir de este jueves.
El resto del mundo, y en particular Europa, tendrá que esperar al 19 de noviembre.
Debido a la pandemia, las compras se harán en línea. Sony ha advertido que ninguna consola se venderá en las tiendas los días de lanzamiento.
En una tienda en Sídney (Australia), solo un puñado de clientes que lograron reservar con anticipación en línea acudieron a recoger la consola el jueves por la mañana, constató un periodista de AFP.
"Con el covid, me imagino que la gente no quería amontonarse en las tiendas", comentó Theo Pasialis, que fue a buscar su PlayStation 5. "Además no había suficientes para todos".
La demanda se anuncia alta por el estilo de vida más hogareño impuesto por la pandemia. Los ejemplares disponibles para pedidos anticipados se han agotado en un tiempo récord y los analistas predicen que será muy difícil conseguir una nueva consola antes de 2021.
Al igual que su rival, la PlayStation 5 estará disponible en dos versiones: una "premium", que Sony vende a 499 dólares, el mismo precio que la Xbox Series X, y una "edición digital" igual de potente pero sin lector de disco, a 399 dólares, 100 más que la Xbox Series S.
Estas versiones digitales, que solo permiten jugar a juegos descargados, son una mina de oro para los dos fabricantes porque les permite compensar la debilidad de sus márgenes en las ventas de consolas. Así pueden controlar los precios de los juegos, eliminando los costes de fabricación y distribución, al tiempo que impiden las reventas en el mercado de segunda mano.
Repetir el éxito de la PS4
Las consolas de los dos gigantes tienen características globalmente equivalentes. Sony cuenta para diferenciarse con juegos muy esperados como "Spider-man: Miles Morales", "Ratchet & Clank: Rift Apart" o "Horizon: Forbidden West", algunos de los cuales no se esperan hasta dentro de varios meses.
Estos juegos son desarrollados por estudios comprados por Sony, una forma para el fabricante de asegurarse el desarrollo de títulos exclusivos para su consola y garantizar sus ganancias en las ventas. La compañía japonesa tiene 14 estudios.
Sony, cuyos videojuegos representan cerca de un tercio de las ventas, espera cosechar con esta generación de consolas, su novena en la historia de los videojuegos, el mismo éxito que con la PlayStation 4, lanzada en 2013 y de la que vendió el doble de ejemplares que la Xbox One.
La empresa japonesa se impuso con la PS4, opina Serkan Toto, analista de la firma Kantan Games en Tokio. "Querrá centrarse en el mercado occidental para asegurarse de que mantiene la brecha" con Microsoft, dijo a la AFP.
En los últimos años Sony de hecho ha abandonado el archipiélago japonés, donde el mercado de los juegos de consola, que se ha reducido considerablemente, está dominado por Nintendo. Sony solo vendió el 8% de sus PS4 allí.
Enfocó su estrategia en el mercado estadounidense, único territorio donde su competidor Microsoft no se queda rezagado. En 2016 trasladó las operaciones de la PlayStation de Tokio a California y unificó su proceso de toma de decisiones y producción, dirigidos por sus equipos estadounidenses.
Según la mayoría de los analistas, Sony superará de nuevo a su rival estadounidense en el número de consolas vendidas. Sin embargo, a largo plazo, Microsoft podría pisarle los talones gracias a su estrategia centrada en los videojuegos por suscripción y el streaming.