La instalación de una de las alarmas de seguridad y luego su desmonte para llevarla a otro punto del barrio Camilo Torres generó gran malestar en un grupo de vecinos, el cual rodeó a un funcionario de la Alcaldía de Cúcuta responsable de este plan, y protagonizó una aireada discusión.
La situación ocurrió la mañana de este lunes, en una de las vías principales, cuando los técnicos procedieron a bajar la sirena colocada en la calle 18 con avenida 11, en donde está el Colegio San Francisco de Sales, sede José Prudencio Padilla, por orden de Marco Antonio Contreras, asesor del sistema de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
“Ya hemos hecho reuniones”, “es decisión de la comunidad”, “solo están beneficiando a una persona, porque trabaja con la Alcaldía, ¿va a valer más uno que todos?”, fueron algunas de las frases que agritos le expresaron al responsable del sistema de alarmas.
Nancy Yaneth Buenaño, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), señaló que hicieron una solicitud a Mauricio Franco, secretario de Seguridad Ciudadana, para instalar estas alarmas, pero Marco Antonio Contreras decidió quitar la que fue instalada el domingo frente al plantel y no respetar la decisión de la comunidad.
“Este es un punto vulnerable y crítico, son constantes los robos. Tenemos frentes de seguridad ya organizados. Resulta que quieren pasar la alarma para donde vive el señor contratista de la Alcaldía y ahí ya tenemos una alarma”, afirmó Buenaño.
Juan Carlos Rodríguez, uno de los habitantes que más interpeló al asesor la Secretaría de Seguridad Ciudadana, informó que recientemente fue víctima de un atraco a mano armada en se tramo de Camilo Torres, por lo que le exigió Marco Antonio Contreras dejar la sirena en donde estaba.
Lo que más le preocupa a los moradores es la integridad de los niños del colegio, por eso la insistencia en la alarma frente a ese lugar.
¿Qué dijo el funcionario?
El asesor del sistema de alarmas indicó que tratan de cubrir todas las solicitudes que hacen las comunidades, pero que, en este caso, de los cuatro puntos planteados por los vecinos de Camilo Torres, solo pudieron cubrir dos y que los técnicos instalaron, por orden de la líder comunal, una de las alarmas en uno de los sitios que no se había decidido.
“Una de las soluciones es que la comunidad envía otra solicitud para instalar otro sistema de alarmas. Ahora si, con ellos amablemente llegamos a un acuerdo, para alargar un poquito una (sirena), pero hablando, no peleando”.
Marco Antonio Contreras precisó que los sistemas se instalan según el mapa de calor del índice delictivo que levanta la Policía, pues no solo depende de los puntos que proponen las comunidades, por lo que la que desmotó ya tenía programada su posición. Además, negó que estuvieran obedeciendo al interés de un contratista de la Alcaldía.
Tras la pelea, la comunidad se impuso
Cada sistema está conformado por siete sirenas. Para calmar los ánimos y “complacer” a los reclamantes, Marco Antonio Contreras acordó hacer una excepción y fijar una alarma adicional, la cual se ubicará en el punto que generó la pelea.
“Las armas se instalan por frentes comunitarios y cada uno comprende una cuadra, yo trato de extenderme más de una cuadra para abarcar lo más que pueda con la onda sonora, pero no puedo alargarla más de 200 metros a la redonda”.
Estos sistemas de alarmas, que viene instalando la administración de César Rojas, se vienen implementando desde el año pasado, los cuales se activan por medio de una aplicación del celular, cuando se da un hecho delictivo. Esta envía una señal a la Policía para llegue personal de inmediato.
