Que la Gobernación y las Alcaldías les den la mano para generar sus propias unidades productivas y obtener ingresos pidieron unas 300 personas discapacitadas que se congregaron el fin de semana en Villa Silvania, para celebrar su día.
En medio de música, fiesta y algarabía, esta población pidió mayores ayudas estatales y oportunidades laborales y educativas que permitan al departamento ser más incluyente.
“No queremos ser una carga para nuestras familias ni para la comunidad, queremos oportunidades para trabajar y generar ingresos”, dijo Ciro Albarracín, presidente de una asociación de discapacitados de Villa del Rosario.
Jesús Romero, Alto Consejero para la Población con Discapacidad en Norte de Santander, invitó a los cerca de 33 mil discapacitados de la región a formular sus proyectos de negocio ante el Banco de Proyectos de la Gobernación para viabilizar las propuestas.
“Se han entregado entre 2 y 4 millones a cada idea de negocio, para impulsarla inicialmente”, explicó. “En Cucutilla ya presentaron una propuesta sobre una fábrica de calzado, y en Pamplona, otra sobre una microempresa de cárnicos”.
La celebración del Día Internacional de la Población con Discapacidad también llegó al centro comercial Unicentro.
Allí la Fundación Con-Sentido Social e Integral lideró la propuesta Ponte en mis zapatos, que buscaba que los cucuteños se pusieran por un par de minutos en el lugar de la población discapacitada, para sensibilizarlos sobre los obstáculos a los que se enfrentan a diario estas personas.
Haciendo uso de sillas de ruedas, muletas y caminadores, las terapeutas invitaban a las personas a usar estos implementos y a subir y bajar escaleras o a simular cualquier discapacidad.
Cuando se montaban en la silla de ruedas, los hacían manejarla con una sola mano, simulando que les faltaba la otra, para mostrarles cómo debían aprender a desplazarse las personas que tienen algún impedimento físico.
Otros optaron por adentrarse en el mundo de los invidentes y luego de vendarse los ojos debían probar diferentes sabores y adivinar de qué ingrediente se trataba.
“Quisimos que la gente tratara de explorar sus sentidos y más aún cuando alguno de estos es deficiente como en el caso de los invidentes. El resultado fue muy bueno, la gente quedaba realmente sorprendida”, explicó una de las terapeutas.
La celebración fue posible por el apoyo de la Gobernación.