El trabajo de los líderes sociales en Norte de Santander ha sido determinante en la defensa de las comunidades. Y así se ha evidenciado con el trabajo de José María Gamboa Tobón, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial (Asonal).
Este nortesantandereano, descubrió un día en medio de su jornada, que no podía dejar pasar las injusticias y empezó a ayudar a todo aquel que lo necesitaba.
"Encontré en mi vida laboral algunas situaciones que me parecieron que no estaban acordes y desde ese escenario pensé que no podía callar mi voz, por eso, ante cualquier injusticia pues mi voz no se calla", dijo Gamboa.
Como él hay cientos de líderes que luchan a diario para que sus comunidades reciban el apoyo necesario y puedan superar las dificultades.
"Nosotros somos importantes y creemos que estamos haciendo una actividad de defensa de las comunidades, defensa de sus derechos y defensa ante el estado", mencionó el presidente de Asonal.
Por eso, La Opinión se unió al PNUD para escuchar #SusVoces y hacer que en la región reconozcan su trabajo desinteresado.
Gamboa envió un mensaje a los líderes sociales para que se mantengan fuertes y firmes, que tengan coherencia entre lo que dicen y hacen, para que sean íntegros. "La integridad en un líder es lo que lo lleva al éxito", enfatizó.
Preocupación internacional por los líderes
Cabe destacar que durante su cuarta visita al país, la delegación internacional del Monitoreo de Paz de Justice for Colombia sostuvo varias reuniones en diferentes regiones con los líderes y aunque destacaron algunos avances, reseñaron en su declaración final entregada en la noche de este viernes que “la falta de progreso en ciertas áreas y la falta de respeto para el carácter integral del Acuerdo Final en su implementación sigue siendo alarmante”.
La delegación, conformada por parlamentarios británicos, una senadora española y líderes sindicales del Reino Unido, Irlanda, Italia y Dinamarca, sostiene que en la parte rural aún hay cosas que requieren una transformación para que se vean reflejadas en posibilidades económicas.
“Las comunidades rurales no han visto el nivel de transformación esperada a estas alturas de la implementación (del Acuerdo). De igual modo, el compromiso con la entrega de tierras y su titulación para el campesinado está bastante atrasado. Es en estas comunidades rurales donde más se ha vivido la violencia y pobreza que viene de la desigualdad social, y es solo por medio de la transformación de estas zonas que se podrá sentir una paz verdadera”, dice uno de los apartes de la delegación.
La seguridad de los líderes sociales es otro de los puntos sobre el que se llama la atención en la declaración de esta cuarta visita. Al respecto, señalan que en los seis días que estuvieron en el país, “asesinaron a dos líderes sindicales” y que las cifras de este tipo de homicidios están alcanzando niveles dramáticos.
“Según las Naciones Unidas, cerca de 170 líderes y lideresas sociales fueron asesinadas en 2019 y escuchamos cómo más de 180 excombatientes de las Farc han sido asesinados desde la firma del acuerdo de paz. Estamos frente a una crisis de una magnitud extrema”, se lee en uno de los apartes del documento.
El informe concluye expresando su apoyo a los mecanismos de justicia transicional que fueron creados tras el Acuerdo y sostienen que los fallos que saldrán en los próximos meses serán una forma de tomar un camino a la reconciliación y exhortan al gobierno colombiano que aproveche esa oportunidad.