A un riesgo latente por la pandemia del coronavirus se expusieron este lunes padres y representantes de estudiantes del Colegio Integrado San Antonio, del barrio Gramalote de Villa del Rosario, Norte de Santander.
En las afueras de la institución se formaron enormes colas para reclamar las raciones del Programa de Alimentación Escolar (PAE), las cuales están siendo entregadas para aliviar un poco las necesidades de familias, debido a la cuarentena nacional implementada desde hace 20 días para frenar la propagación de la COVID-19.
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Centenares de personas se aglomeraron en la entrada del plantel para esperar la entrega de los alimentos. Sin embargo, las medidas de bioseguridad no se cumplieron, porque no hubo policías que hicieran respetar la distancia recomendada.
Pese a los llamados reiterados, de las funcionarias que entregaban los alimentos, a que no se aglomeraran por su salud, los padres y representantes no los acataron.
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La Gerencia del PAE, que en el departamento atiende a unos 116.000 niños, comenzó desde el miércoles la entrega de los mercados a las familias beneficiarias. Ruth Milena Velásquez Camargo, gerente del programa, indicó a La Opinión que los papás recibirán las raciones de un mes para llevar a sus casas.
