Lo sucedido en la madrugada de este jueves en el corregimiento Guamalito, jurisdicción de El Carmen, ya lo habían vivido hace 12 años los campesinos de la vereda La Esperanza, solo que el impacto de la voladura del oleoducto Caño Limón-Coveñas por parte de la guerrilla del Eln en esta oportunidad fue tres veces mayor al presentado en aquella ocasión.
De acuerdo con los reportes de las autoridades de El Carmen, Gestión del Riesgo del Departamento, la Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor) y Ecopetrol, el atentado contra la infraestructura petrolera produjo la total contaminación de las quebradas Cimitarra, La Esperanza y Cimaña (esta última en el César), debido a que por espacio de tres horas se vertió crudo a sus cauces.
Esto ocasionó de paso la contaminación de las celdas y planta de tratamiento del acueducto de Guamalito, por lo que quedaron privadas del preciado líquido unas siete mil personas.
Los campesinos de la vereda La Esperanza, dijeron a La Opinión que a la 1 de la madrugada una explosión los despertó.
“Sentimos un totazo durísimo y de inmediato empezamos a percibir en el ambiente un olor a petróleo crudo, por lo que de inmediato que habían volado el oleoducto”, dijo Manuel Guillermo Rivera, presidente de la junta de acción comunal de La Esperanza.
El fuerte olor de crudo derramado produjo también en las primeras horas de ayer problemas en la salud de los habitantes. El médico Julián Andrés Barros González, residente del puesto de salud, manifestó que allí fueron recibidos 14 pacientes con síntomas como vómito y mareo, producto de la contaminación de las aguas.
En el reporte que hicieron de la tragedia, técnicos de Corponor señalaron que el atentado se produjo tres kilómetros aguas arriba de la quebrada Cimitarra, que es de donde se capta el 70 por ciento del agua que abastece a Guamalito. La mancha de crudo abarcó también hasta la quebrada La Esperanza.
La contaminación también alcanzó la quebrada Cimaña, en Cesar.
Los técnicos dijeron que aguas abajo de las quebradas La Esperanza y Cimitarra los daños ecológicos eran evidentes al observarse gran cantidad de peces muertos.
Mientras Ecopetrol activó desde ayer el plan de contingencia para controlar el derrame de crudo a las quebradas y contener la contaminación, Corponor manifestó que desde ayer se hacen esfuerzos por dar una solución inmediata al tema del agua para el consumo de la población.
Ayer sesionaba un consejo de gestión de riesgos en el corregimiento de Guamalito para determinar las acciones que se deben asumir (ver recuadro).
El agua potable, el principal problema
Las autoridades de gestión del riesgo, reunidas en el corregimiento de Guamalito, debatieron sobre varias alternativas para el suministro de agua a la población.
Una de ellas plantea tomar el líquido de la parte alta de la quebrada La Esperanza, mucho antes de donde se produjo el derrame (dos kilómetros y medio), pero para ello se necesitará la instalación de tubería para traer el agua por gravedad hasta el casco urbano del corregimiento.
Otra solución es captar agua de la quebrada Maracaibo, que es de donde se surte parte de la población de Guamalito.
Ayer también se analizó el plan de descontaminación del acueducto y de las quebradas afectadas por el derrame de crudo, para el cual se necesitarán al menos doscientos hombres.
Las autoridades de El Carmen descartaron que en el corto plazo pueda estar reactivada la operación en el acueducto de Guamalito, debido a que el crudo invadió por completo la bocatoma, el desarenador y la planta de tratamiento.
La Fuerza de Tarea Vulcano, adscrita a la Segunda División del Ejército Nacional, atribuyó la autoría del atentado al oleoducto Caño Limón Coveñas a la compañía Francisco Bossio del Eln con apoyo del Frente Camilo Torres.
“Esto no se arregla de la noche a la mañana”
La personera de El Carmen, Inés Rosalía Bustos, se mostró bastante preocupada por lo sucedido en el corregimiento de Guamalito, argumentando que los gravísimos daños ecológicos ocasionados por el atentado terrorista contra el oleoducto no se van a solucionar de la noche a la mañana.
Relató que el primer impacto recibido por este hecho no fue solo la contaminación de las aguas, sino el dejar sin el vital líquido a unos siete mil habitantes, además de la muerte de todas las especies nativas de las cuencas de las quebradas La Esperanza, Cimitarra y Cimaña, esta última en jurisdicción del sur del Cesar.
Superar la emergencia —dijo Bustos— es un proceso que requiere de tiempo. Las familias están sin agua para el consumo, los campesinos no tienen cómo regar los cultivos ni cómo dar de beber a los animales.
El proceso de limpieza y recuperación del cauce y las tuberías puede demorar varios meses y ahí radica la preocupación, ya que las fuentes abastecen a todo el corregimiento y algunas veredas aledañas al sector.
Estudiantes de Guamalito sin clase
812 estudiantes de primaria y secundaria del corregimiento de Guamalito, el más grande de El Carmen, resultaron afectados por el atentado que el Eln dirigió contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas.
“Nos vimos obligados a devolver a los muchachos a sus casas ante la imposibilidad de tenerlos en el colegio sin una gota de agua”, dijo Yaneth Payares, rectora del plantel Santo Ángel.
Las clases -dijo la directiva docente- se mantendrán suspendidas hasta nueva orden y mientras surge una solución en el corto plazo para que se puedan reanudar.
Payares manifestó que esto perjudica notablemente el calendario escolar de los estudiantes, pero nada se puede hacer: es muy difícil prestar el servicio, sin agua.
Docentes y papás de los estudiantes aguardaban este jueves conocer el plan de contingencia que trazaba el consejo municipal de riesgos y las autoridades del departamento, Corponor y Ecopetrol.
La Presidencia de la República lamentó lo sucedido en Guamalito, señalando por intermedio Juan Camilo Restrepo, jefe de la Delegación del Gobierno Nacional en los diálogos de paz con Eln, que resulta delirante e insensato que esta guerrilla atente contra el acueducto de Norte de Santander, cuyos bienes son protegidos por el Derecho Internacional Humanitario al cual el Eln se acogió en el marco referencial acordado en el primer ciclo y que tiene como centro el DIH.
Agregó que el que se esté negociando en la mitad del conflicto no quiere decir que el Eln tenga licencia para atentar contra la población civil.