La preocupación de doña Ana Emilce Uscátegui hace unos años, cuando temía que las crecidas del río Zulia se le llevaran la casa, hoy ha desaparecido. Lleva más de 40 años viviendo en el sitio conocido como La Represa en el corregimiento Buena Esperanza, y ha visto cómo se pasa de la abundancia a la escasez.
A sus 76 años, cuenta con profunda tristeza las afectaciones que ha sufrido su tan amado río Zulia, pues gracias a la sequía y al mismo hombre, se ha venido acabando. Incluso muestra, referenciada en un palo de mango, hasta dónde llegaba el río y el lugar conocido como ‘el remolino’, a donde nadie se acercaba porque muchos se habían ahogado allí.
“Es increíble que algunas personas viendo el problema llegan a lavar los carros y las motos. Yo peleo con ellos porque cómo se les ocurre, viendo el problema que tenemos”, aseguró doña Emilce.
Y no es para menos, pues ella y su familia, se las arreglan a diario con un pote y una manguera para poder llevar agua a su vivienda. Otrora, debía salir corriendo porque cuando abundaba el río se metía a su casa.
“Antes el río era demasiado abundante, una vez me dejó en la calle porque se llevó la casa donde vivía y mire como está ahorita que le da a uno lástima”, contó.
Para María Isabel Orduz, quien nació y creció allí, recordar las grandes pescas que se hacían en el lugar donde el panche, rampuche, bocachico, manamana e incluso el bagre, eran populares, es triste. Ahora, el sitio, uno de los más bellos visitados por turistas, es deplorable.
“Desde niña viví en una abundancia en pescado, madera, cañabrava y todo, pero le dan ganas a uno de llorar de ver la represa. Esto era una zona turística muy bonita, venía gente del puerto, Aguaclara, El Zulia, e incluso de Venezuela. Ahora ya no viene nadie”, dijo María Isabel.
Ella, al igual que otras cinco familias que viven en el sector sufren con ‘El Niño’, pues sus estragos las ha dejado con el balde al hombro y con poca agua para comer, bañarse o lavar. Los niños ya no van al río a nadar, prefieren hacerlo en los canales que usa el distrito de riego para surtir los cultivos, porque de las profundidades del Zulia solo queda el recuerdo.
“Está tenaz, no hay donde lavar la ropa o de donde sacar el agua. Nos toca lavar enel remolino, donde antes nadie se arrimaba porque uno se ahogaba. Pescado no hay, se acabó, y de la represa para abajo, pasa uno conel agua a los tobillos. No hay nada, no hay vida”, dijoOrduz.
Agricultores en riesgo
Parte del problema consiste en que los bajos niveles del caudal, generados por la sequía que ha causado ‘El Niño’, se ven aún más disminuidos por cuenta del agua que captan los agricultores para su distrito de riego.
Sin embargo y ante los alarmantes niveles bajos, los arroceros de El Zulia se comprometieron a no volver a sembrar, una vez recojan esta última cosecha, por lo menos hasta que el río mejore.
Así lo confirmó, Rubén Darío Fernández, gerente de Asozulia quien aseguró que desde mayo del 2015 empezaron a restringir los cultivos.
“Una vez recogida la cosecha, debían esperar 45 días para volver a sembrar, pero a mediados de octubre tocó cambiar la norma porque el río bajó más de nivel, entonces ampliamos la medida a 75 días y a partir de hoy (viernes) será hasta nueva orden”, aseguró Fernández.
El gerente de Asozulia también dijo que el gremio está haciendo reutilización de aguas, por lo que el líquido que queda una vez terminado el proceso de cultivo, se recoge y se usa en otro agricultor. Recuperan de 3 a 4 metros cúbicos por segundo.
“El río Zulia lo hemos estado monitoreando la semana pasada tenía 9.6 metros cúbicos por segundo antes de la bocatoma, hoy ya llegó a los 13.8 metros cúbicos porque llovió a la cabecera”.
Esto demuestra que el caudal del río disminuye notablemente, hasta ahora, cerca de un 50 por ciento, pues normalmente puede oscilar entre los 28 y 30 metros cúbicos.
“Hoy (viernes)estábamos captando 9 metros cúbicos por segundo y se dejan pasar por el río casi 5. Además, algunos fines de semana se cierran las compuertas y captamos 1 o 2 metros cúbicos, el resto va para el río”, dijo Fernández.
Este problema también genera un impacto social grave, pues la situación hace que también se aumente el desempleo.
El gerente de Asozulia envió un mensaje a los agricultores: “sean comprensivos, el problema se nos sale de las manos porque obedece a un tema que es de la naturaleza, hagan un uso eficiente del agua los que tienen cultivos. Todo esto es para que la gente no tenga pérdidas de cosecha”.
Andrés Hoyos, consultor de Asozulia, dijo que la empresa atiende entre 8 y 9 mil hectáreas de áreas cultivadas en un 95% en arroz y que para esos propósitos tienen una concesión de agua otorgada por Corponor, en donde pueden sacar 14 metros cúbicos según el caudal del río.
Pero debido a la emergencia sólo pueden tomar 9 metros cúbicos.
“Yo creo que uno de los problemas que tenemos a nivel nacional es que muchas empresas nos surtimos de agua directamente del río, pero no hay un reservorio que nos permita utilizar el agua”, dijo hoyos.
Y agregó que de no ser porque el precio del arroz ha sido bueno, la situación sería caótica, “pero no deja de ser preocupante”.
*Karina Judex Balaguera | karina.judex@laopinion.com.co