Las obstrucciones a la misión médica y la recurrencia de hechos violentos que afectan a la población civil son las principales preocupaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) en la región de Catatumbo, situaciones que se han vuelto constantes según indica el informe anual de la entidad, correspondiente a 2016.
Así lo dio a conocer Otchoa Datcharry, jefe de la Subdelegación del Comité, quien explicó que durante 2016 se registraron 27 infracciones en Norte de Santander, que dejaron a la región ocupando el segundo lugar del país en este tipo de incidentes.
El primer puesto lo tuvo Antioquia, con 62 infracciones.
De acuerdo con el informe, la zona más conflictiva y que ocupó buena parte de la atención del Comité fue San Calixto, con el mayor índice de infracciones humanitarias.
El panorama general, aunque parecería distinto por los acuerdos de paz, no es el más favorable, según Datcharry.
“Creo que no está mejorando y Catatumbo es una de las zonas más críticas, con actores armados muy activos”, dijo. “Tenemos gente que no puede ingresar a algunas partes por no ser de la zona, hay contaminación por armas, y otros factores que preocupan”.
Por ello, señaló la importancia de fortalecer el diálogo con los portadores de armas en territorios como el Catatumbo, para que recuerden sus deberes y la protección a los civiles, para que sus acciones no tengan las graves consecuencias humanitarias registradas el año anterior.
Agregó que otro de los problemas delicados es la violencia sexual, “invisible, y que se convirtió en tabú para las víctimas, que temen acercarse a denuncias por represalias, decepción por la impunidad, y por falta de un entorno de confianza”.