En plena pandemia de coronavirus, cuando el agua es más indispensable que nunca, para mantener los hábitos de higiene, los habitantes del corregimiento Aspasica de La Playa Belén, Norte de Santander, viven un suplicio para poder tener el recurso hídrico.
Ante la falta del líquido, los moradores del poblado deben recorrer aproximadamente un kilómetro y medio para llegar a la quebrada más cercana, con el fin de proveerse de él.
Quienes tienen la peor suerte les toca caminar 3 km ida vuelta, otros se valen de motos, carros y hasta mulas y caballos para buscar el agua.
Son más de 230 familias las afectadas. Un residente del sector contó la situación que padecen los vecinos, quien afirmó que “todos los aspasiqueros” llega al afluente para hacer cola y llenar pimpinas.
“No hemos podido de ninguna manera resolver esta necesidad del agua, para que cuando lleguen estos veranos tan extremos” no se sufra por el vital líquido, expresó.
Instó a las autoridades municipales, departamentales y nacionales atender el problema. “¡Por favor, ayúdennos! El centro poblado de Aspasica muere de sed”, enfatizó.