En una verdadera batalla campal terminó convertida la manifestación política que el precandidato presidencial Gustavo Petro tenía previsto liderar en el Parque Santander y que a la fuerza tuvo que trasladarse para el Hotel Casino Internacional.
Aunque los ánimos venían caldeados desde la semana pasada, cuando la Alcaldía de Cúcuta expidió el decreto prohibiendo los actos masivos en los alrededores del Palacio Municipal y de la Gobernación, lo que impedía la presentación de Petro, la presencia de un grupo de contradictores del exalcalde capitalino en el parque acabó por alterar el ambiente y convirtió el centro de la ciudad en un escenario de caos y confrontación, que dejó ver el alto grado de intolerancia que rodea la campaña presidencial en Colombia.
Por esa razón, la Policía, que, según la Secretaría de Gobierno, inicialmente tenía la orden de disipar las manifestaciones y congregaciones que contrariaran el polémico decreto, tuvo que terminar armando una gigantesca cadena para proteger a los seguidores del aspirante del movimiento Colombia Humana, de los ataques con piedras, huevos e insultos, de los que fueron objeto.
Y si bien, muchos de los protestantes aseguraron que no habían sido enviados por nadie y que su disgusto era espontáneo y motivado única y exclusivamente por el rechazo hacia la propuesta de Petro, a quien compararon con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el propio precandidato presidencial señaló al exalcalde Ramiro Suárez Corzo como el artífice del supuesto saboteo.
“Organizaron un sabotaje violento contra la manifestación con un centro de mando: la cárcel y Ramiro Suarez exalcalde, a quien denuncié como asesino y paramilitar. El saboteo llegó con gente en siete buses”, aseguró Petro.
En medio de los enfrentamientos, varias pancartas, bien diseñadas, en las que se señalaba al aspirante de la izquierda como guerrillero y como el impulsor del acuñado ‘castro-chavismo’, salieron a relucir. En algunos afiches se podía leer también la publicidad de la candidata al Senado por el Centro Democrático, Milla Romero.
La caravana de Petro fue atacada
Sobre las 5:00 de la tarde y en medio de las primeras escaramuzas que presagiaban lo que se vendría con el arribo del precandidato al parque, la comitiva de respaldo a Gustavo Petro insistió en seguir adelante con el acto proselitista, con el apoyo de la guardia indígena que los rodeaba.
No obstante, los ánimos en lugar de apaciguarse se encendieron aún más y en el primer intento que hizo la caravana del candidato por llevarlo hasta el punto donde ofrecería su discurso, la lluvia de piedras volvió, así como los insultos.
En vista de ello, la Policía lanzó una primera granada de aturdimiento para dispersar a los protestantes, desencadenando así la revolución. Quienes en ese momento se encontraban en el parque tuvieron que correr ante los efectos del gas y el humo, y entonces, el caos retornó.
Abuelos, jóvenes, mujeres, madres con niños en brazos corrían asustadas y en busca de refugio.
En el ambiente también se pudieron apreciar algunos heridos por las piedras y la Policía capturó a varios manifestantes de lado y lado, por protagonizar y agitar la protesta.
Ante lo sucedido, la escolta del exalcalde de Bogotá optó por sacarlo del Parque Santander. Sin embargo, ante el disgusto del propio Petro por retirarlo del sitio, exigió regresar al punto de la concentración y ubicarlo en el punto más cerca.
A su regreso, las camionetas que lo transportaban se ubicaron sobre la calle 10 con avenida 5, pero al notar su presencia, los contradictores arreciaron nuevamente los ataques, pasando por encima de la Fuerza Pública y golpeando fuertemente el carro blindado.
Las piedras alcanzaron a quebrar los vidrios del automóvil, al punto que en un principio se alcanzó a decir que se trataba de disparos. El mismo candidato, minutos más tarde aclaró que no fueron balas.
Tras el lanzamiento de una segunda bomba aturdidora, la manifestación se dispersó y desde la campaña del aspirante presidencial se informó que Petro se trasladaría al Hotel Casino Internacional para ofrecer una rueda de prensa sobre lo sucedido.
En vista de que no pudo regresar, los seguidores del precandidato con la mayor favorabilidad hoy en las encuestas, decidieron ir en masa hacia el lugar en el que se refugiaba, para rodearlo y manifestarle su apoyo.
Después de un primer saludo por una de las ventanas del hotel, cientos de personas que se agolparon sobre la calle 11 que conecta con la Diagonal Santander, lo recibieron en medio de vivas y un ‘le cumplimos’ y ‘no pudieron’.
Y si bien hasta este lugar no llegaron los contradictores del aspirante, la nota negativa en este punto fue contra la prensa, que fue objeto de varios ataques por parte de la Policía.
Retaliación por denuncias
Desde una improvisada tarima que no estaba entre los planes de su visita a Cúcuta, Gustavo Petro señaló que el origen de lo sucedido ayer en la capital de Norte de Santander, son las denuncias que él hizo por asesinato y parapolítica en contra del exalcalde Ramiro Suárez Corzo.
Según Petro, a partir de esa acción fue que el exmandatario fue enviado a la cárcel.
“Pero el exalcalde Ramiro Suárez Corzo sigue gobernando desde la cárcel, como sucede con La Gata en la Costa Caribe, persona de similar condición mafiosa”, dijo.
Y agregó: “Aquí el señor Ramiro Suárez Corzo, desde la cárcel, por skype, por redes, por celular, por entrevistas personales, también se da besitos con expresidentes de la República y con actuales candidatos a la Presidencia. Ellos ordenaron el sabotaje de esta manifestación”.
Para Petro, desde la administración municipal sabían que sus palabras durante la intervención que tenía prevista en el Parque Santander iban a generar molestias y por eso intentaron, a toda costa, impedirla.
El aspirante también cuestionó el papel de la Policía, primero por dispersar la concentración de sus seguidores con los gases, y por no llevarlo en la caravana hasta el punto donde lo esperaban para hablar. “El candidato fue llevado al punto más vulnerable del parque, en donde se le expuso a los golpes de los saboteadores”, aseguró.
Insistió en que el derecho a la manifestación está consagrado en la Constitución Política de 1991 y eso significa que está por encima de un decreto municipal, como el que fue expedido la semana pasada.
“Algunos funcionarios del Estado, empezando por el alcalde de Cúcuta, creyeron que con un decreto se podía violar la Constitución Nacional. Nosotros cumplimos con la norma de informar sobre la actividad y por eso al alcalde de Cúcuta hay que preguntarle si aquí vivimos bajo una dictadura o bajo la Constitución”, sostuvo.
En ese sentido, dijo que la justicia colombiana debe procesar por constreñimiento al elector, a quienes agredieron violentamente ayer a los participantes de la actividad política y “a quienes desde la altura del Estado tomaron las decisiones de conculcar el derecho que tenía esta ciudadanía de reunirse política y pacíficamente”.
Al final, tras negar que un eventual gobierno suyo esté pensando en llevar a Colombia a un estado similar al que está Venezuela y que vaya a llegar a la Presidencia para expropiar y privatizar todo, Gustavo Petro llamó a los cucuteños a que: “No voten por los corruptos arrodillados a Ramiro Suárez”.
El alcalde y la Policía reaccionaron
Ante los señalamientos del precandidato presidencial Gustavo Petro, el alcalde de Cúcuta, César Omar Rojas, desde su cuenta de Twitter, envió varios mensajes rechazando la violencia que se registró ayer en el centro de la ciudad y lamentando las afectaciones sufridas por el comercio que tuvo que cerrar casi toda la tarde.
“Esto era justo lo que se quería evitar al no permitir el uso de lugares públicos en la zona céntrica de la ciudad y no aptos para este tipo de eventos”, escribió.
Por su parte, desde la Policía Metropolitana de Cúcuta expidieron un comunicado en el que aclararon que la misma campaña del precandidato fue la que dispuso contar con la presencia del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y que adicional a ello se dispusieron 200 uniformados más.
“Tras la agresión con piedras a la caravana del precandidato, la Policía Nacional reaccionó de inmediato para salvaguardar la integridad del señor Gustavo Petro y de su comitiva, y para capturar a los responsables, que culminó con la detención de tres personas”, aseguraron, al señalar que los uniformados utilizaron sus capacidades exclusivamente para controlar la situación, restablecer el orden público y proteger los derechos ciudadanos.
