Dos meses después de que se desencadenara nuevamente la crisis en la zona de frontera, como consecuencia del cierre de los pasos limítrofes con Venezuela, ordenado por el gobierno de Nicolás Maduro, el presidente Iván Duque llegó, ayer, a Cúcuta para anunciar las medidas con las que el Gobierno busca hacerle frente a la situación.

En diálogo exclusivo  con La Opinión, el jefe de Estado explicó el alcance de las decisiones más importantes que contempla el plan de impacto para la reactivación de la economía en los departamentos de frontera.

Usted anunció que las medidas del proyecto de ley que crea la Zona Económica y Social Especial (ZESE) para el área metropolitana de Cúcuta serán incluidas en el articulado del Plan Nacional de Desarrollo, ¿esto es para garantizar que se cumplan, en caso de que el proyecto se empantane en el Congreso?

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No. El proyecto que se presentó originalmente era para Cúcuta, el área metropolitana y se había pensado incluir otros municipios, pero lo que se quiere con el Plan de Desarrollo es presentar la misma facilidad y extenderla a otras zonas de frontera. 

¿Cuáles son las medidas más importantes que quedarán incorporadas en el PND?

Cuando era candidato a la Presidencia, siempre hablaba de darle a Cúcuta y el área metropolitana los mismos beneficios de una zona franca, pero este proyecto va mucho más allá, es mucho más agresivo, desde el punto de vista positivo, en la reactivación económica de la región. ¿Por qué?, porque las zonas francas en Colombia tienen hoy una tarifa del impuesto de renta del 20% y aquí estamos llegando a algo  muy importante que es cero impuesto de renta para las empresas nuevas que se constituyan y generen un mínimo de puestos de trabajo, pero también a las empresas existentes se les puede extender el beneficio de cero impuesto de renta, a cambio de la generación de un número de empleos adicionales. Lo otro es cero  retención en la fuente.

¿Por cuánto tiempo se otorgarán esos beneficios?

Esto es por cinco años. A partir del quinto año y durante otros cinco años, será la mitad de la tarifa del impuesto de renta y de retención en la fuente. Esto ayuda a la reactivación, al andamiaje del sector privado, pero también va preparando esta región para una eventual transición en Venezuela. 

La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez había manifestado días atrás que algunas de las medidas se iban a adelantar vía decreto, ¿también será así?

Claro, desde luego. Por ejemplo, una muy importante para las empresas y las personas naturales aquí en las zonas de frontera, es diferir el pago de impuestos. Muchas personas tenían que pagar el impuesto de renta y complementarios en las próximas semanas y ahora lo que estamos diciendo es que el plazo máximo es hasta el 30 de diciembre de este año. Entonces, eso le ayuda mucho al flujo de caja, tanto de las personas naturales como jurídicas, ante los hechos de las últimas semanas.  

¿Cuándo entrarán a regir estas medidas?

Lo más pronto posible. Casi que salimos de aquí directamente con la regla y el cuaderno.

En el plan de impacto se habla de una actualización de la canasta básica en la frontera, ¿qué quiere decir eso?

Lo que se busca con esta actualización es mirar cuáles son los bienes de mayor necesidad en esta región, para que se puedan cobijar con las diferenciaciones que hay en las tarifas del sistema tributario colombiano. Es algo que alivia, sobre todo, a las familias más vulnerables, pues lo que se busca es evitar los decomisos y hacer que la gente compre acá y pueda pasar sin que la Dian le retenga. Esto es más un beneficio para la población pendular y para poder activar la economía de las 40.000 personas que vienen a comprar diariamente a este lado de la frontera.

¿Se pedirán garantías para acceder a las líneas de crédito que ofrece el plan?

El programa que se ha lanzado viene acompañado de un programa de garantías. Muchas veces tenemos el otorgamiento del crédito, pero hay dificultades con las garantías, sobre todo, para los más pequeños. Por eso, lo que se quiere es ir casi que en un mano a mano entre el crédito y una garantía, especialmente para el pequeño productor. A esto lo acompaña una agenda de gobierno que es el programa de agricultura por contrato, que está dentro del plan ‘Coseche y venda a la fija’. 

El desempleo es uno de los principales problemas que afecta a Cúcuta, pero el panorama no mejora a pesar de los planes de choque impulsados en los últimos años. ¿De qué forma van a hacerle frente ustedes a los indicadores?

Los beneficios de las Zonas Económicas Especiales, vinculados a la generación de empleo, espero que tengan un impacto. Creo que el hecho de dar ese paso, de cero impuesto de renta por cinco años para empresas nuevas y empresas ya constituidas, a cambio de la generación de empleo, tengo la ilusión de que va a ser un gran reactivador. Estas medidas son para enfrentar la crisis, pero creo que pueden estar sentando la base para la reconstrucción de Venezuela el día de mañana, porque estos beneficios van a traer empresas que se asienten acá y que vean la posibilidad de surtir el mercado venezolano. 

¿Cuáles son esos 10 proyectos que implementará la Cancillería en los departamentos de frontera como este?

Hay varios y de todo tipo. Hay algunos que van desde cultura, promoción, industrias creativas, hasta servicios convencionales. La Cancillería también consiguió con cooperación internacional un aumento en los programas de atención escolar.

La alta demanda de atención por parte migrantes venezolanos tiene  al hospital Erasmo Meoz al borde de la crisis, toda vez que la deuda por parte del Estado se mantiene, ¿qué contempla este plan para salvar al principal centro de salud del departamento?

Lo que nosotros anunciamos fue un programa de cerca de $60.000 millones para atender la red hospitalaria que se ha visto estresada por la atención a la población migrante. La cifra que tenemos es de $23.660 millones para Norte de Santander. Ahí esperamos darle un poquito de oxígeno al hospital Erasmo Meoz, pues obviamente al atender, pero no tener población asegurada, lo que termina es generando un hueco financiero. Lo que queremos con este programa es aliviar esa tensión. 

Se habla de una liberación de regalías por $41.384 millones en Norte de Santander, ¿en qué consiste y a qué tipo de proyectos se destinará?

Las regalías no se pueden liberar si no hay proyectos, porque de lo contrario terminan es en una fiducia. Aquí lo que hay que reconocer es que ante los proyectos que han presentado los departamentos de frontera, que están en el proceso de viabilización y de giro de recursos, lo que estamos es privilegiando a aquellos que han presentado proyectos maduros y que perfectamente podrían tener una rápida ejecución.

Ya  se está adelantando el proceso de contratación para los estudios del nuevo puente Mariano Ospina Pérez, ¿alcanzará este Gobierno a construirlo?

Tengo la ilusión que sí. A mí no me gusta inaugurar contratos, ni actas de inicio, eso fue una práctica muy usual en los últimos años, a mí me gusta es inaugurar obras terminadas. 

¿Qué otros proyectos viales tendrán prioridad en el paquete que se anunció?

La vía Astilleros-Tibú es uno de los temas que tengo entre ceja y ceja y que quiero que avance rápido. También tengo el deseo de que en el plan integral de atención al Catatumbo podamos tener un programa de vías terciarias de impacto. Esa es otra de mis metas de aquí al 2022.

¿Qué hay en materia de lucha contra el contrabando?

El paquete que presentamos incluye medidas muy claras para enfrentar el contrabando y eso va desde la transparencia, moralización y seguimiento de las autoridades que están en las zonas de frontera. Si del otro lado hay corrupción, la corrupción puede volverse también una tentación de este lado. Eso implica que se estén haciendo rotaciones permanentemente, que identifiquemos cuáles son los productos que se pueden estar prestando para lavar dólares en Venezuela y entonces, ahí vamos a endurecer todas las medidas de inspección, de sanción y de articulación interinstitucional.

Finalmente,  ¿sí habrá Centro de Convenciones en Cúcuta?

La Ley de Financiamiento estableció un gran beneficio tributario y es que por 30 años habrá una tarifa de renta del 9%. En esta ley eso se hizo extensivo no solamente a proyectos hoteleros, sino a parques temáticos, centros de convenciones y complejos feriales. Fontur también ha manifestado que quiere ayudar en la estructuración de ese proyecto. Entonces, creo que este es uno de los proyectos que tenemos que acelerar. 

¿Con estas medidas empieza usted a cumplir los compromisos que adquirió con los nortesantandereanos en la pasada campaña? 

Lo vengo haciendo desde el comienzo. No puedo negar que hay retos en materia de seguridad, porque por años dejaron que el Eln y otros grupos armados en el Catatumbo estuvieran al ancho de la seda, pero puedo decirles hoy, con plena confianza, que nosotros venimos dando resultados.

Venezuela

¿Qué significado tiene la visita del secretario de Estado de Estados Unidos a la frontera? 

Me parece importante que él venga a la zona de frontera y vea con sus propios ojos la gran crisis que afronta Colombia. Creo que el hecho de que Estados Unidos, a través de su secretario de Estado, lo vea, significa que ellos sean conscientes del gran esfuerzo que está haciendo Colombia y que no ha hecho ningún otro país del mundo, para manejar una crisis migratoria de esa naturaleza. Esto es un ejemplo para el mundo, sobre todo cuando en el marco de la política internacional hay tantos países que tienen políticas migratorias que son represivas. 

Hay quienes dicen que era una forma de enviar un mensaje a Venezuela de  que la presión sigue…

Creo que el mensaje de todos los países es que aquí nadie va a quedarse quieto, todos debemos seguir trabajando a través de todos los mecanismos posibles, para que recuperemos la institucionalidad y la democracia en Venezuela. 

Después del 23 de febrero quedó un sinsabor por la fallida entrega de las ayudas, ¿qué sigue?

Yo no lo veo como una fallida entrega. A veces me parece triste que en Colombia haya personas que le apuesten a que eso no ocurra, como si se tratara de una derrota del Gobierno o de los Gobiernos. Lo que para muchos pudo haberse interpretado, y especialmente por parte de la dictadura, como una especie de victoria pírrica, para mí constituye la más grande victoria moral y ética de la comunidad internacional, para desnudar la brutalidad de esa dictadura. 

Pero, ¿qué viene ahora, cuál es el plan?

Primero, nosotros seguimos coordinando, seguimos trabajando con la comunidad venezolana y las agencias, y espero que establezcamos mecanismos para que la ayuda pueda llegar, porque allá se está muriendo la gente de hambre.

En la región hay una gran preocupación por la situación de los militares que desertaron y que han manifestado su molestia por los incumplimientos…

Entiendo que deben estar manifestando su inconformismo, pero su principal inconformismo es con la dictadura que los puso a aguantar hambre y que los reprimió por tanto tiempo. Nosotros hemos tenido una política migratoria abierta y ellos han hecho un proceso de normalización, se han hecho todos los exámenes de inteligencia, se les ha dado alimentación y alojamiento por el tiempo que Colombia lo puede hacer. Pero lo que uno les debería decir a ellos y a todos los demás, es que son más importantes sus esfuerzos en su país, para que termine la dictadura, que simplemente cruzar la frontera.

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Mientras se resuelve la situación en el vecino país, ¿qué pasará con ellos?

Son cerca de 1.400 militares y aproximadamente 600 familiares. Los familiares que han hecho el proceso ingresan al país y ya se hacen responsables de su destino en Colombia. Los militares también han tenido atención, pero llega un punto en el que después que hacen el proceso de normalización, también pueden estar en territorio colombiano.

¿Existe por parte del Gobierno la garantía de que estos militares no se van a convertir en un problema para el país, a futuro?

Soy muy claro y muy tajante: fraternidad con todos los hermanos venezolanos que están huyendo de la desgracia y están buscando oportunidades en Colombia, dentro de la legalidad, y cero tolerancia con cualquier actividad criminal o por fuera de la ley colombiana. Migrante que llegue a este territorio a violar la ley, migrante que es deportado de inmediato.