La Opinión logró llegar hasta un laboratorio y comprobó cómo elaboran la base de coca.
Estos lugares son instalados por algunas semanas en fincas esparcidas por todo el Catatumbo. Es allí adonde llevan las hojas que han sido arrancadas a las matas, para esparcirlas y combinarlas con abono; después de media hora comienzan a picarlas con una guadaña y una vez terminan, todo lo picado lo mezclan con sulfato, cal, agua y gasolina; luego, dejan reposar esto en canecas por otra media hora.
Este proceso se llama frasear.
Posteriormente, sacan el líquido por medio de unas canaletas y el picadillo de la hoja que queda lo desechan. Lo recolectado lo vuelven a revolver con permanganato para separar la gasolina, acpm o petróleo del agua; luego, comienzan a remover una y otra vez hasta que se separa la gasolina del agua.
Al extraer el combustible por completo, queda un polvo que echan en otros recipientes, dejándolo reposar entre cinco y ocho días; de allí sale la pasta de coca, que es vendida para sacar la cocaína pura.
La Opinión