Después que se informara que una persona que residía con la comunidad Yukpa de El Escobal estaba contagiada con el COVID-19, las autoridades sanitarias de la ciudad se desplazaron hasta esta zona de frontera para hacer una exhaustiva revisión de los integrantes de la comunidad.
En este sector reside un aproximado de 200 indígenas, entre adultos, niños y mujeres embarazadas, lo que alertó a las autoridades de salud, quienes decidieron acordonar la zona, con la intención de evitar la propagación del virus en El Escobal.
Según informó el director del Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander, Carlos Martínez, “se garantizará el suministro de alimentación y abastecimiento de agua potable para esta comunidad indígena".
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel José Luis Palomino López , aseguró que en este sector van hacer lo mismo que hicieron con Cenabastos y otros sectores de Cúcuta, donde desinfectaron la zona y la custodiaron para evitar la propagación del virus.
"Tenemos focos importantes en toda la ciudad, para generar seguridad, tranquilidad, mejor ambiente y salud pública", dijo el comandante de la Mecuc.
Por otra parte, la Alcaldía de Cúcuta emitió un comunicado para hacer precisión sobre los controles que adelanta en la zona de frontera.
En el escrito, la autoridad local asegura que no existe otro caso de COVID-19 al interior de la comunidad.