El senador republicano Marco Rubio, presidente del subcomité y uno de los legisladores más opositores al Gobierno de Nicolás Maduro, comparó el pasado miércoles al primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, como “el Pablo Escobar de Venezuela”.
“Viendo 9 actuales funcionarios venezolanos, el gobierno impuso sanciones contra el Vicepresidente del país, también hay alegaciones bastante fuertes hechas por algunas personas sobre el rol de Diosdado Cabello, individuo que en mi perspectiva, basado en todo lo que he visto, no es simplemente un líder político, en mi perspectiva es el Pablo Escobar de Venezuela, es un narcotraficante”, afirmó Rubio.
El senador se refirió a la situación de Venezuela y dijo que tiene la esperanza que la Constituyente de Maduro pueda evitarse. “Queremos preservar la democracia de Venezuela que ha sido ejemplo para la región por más de 40 años”, indicó Rubio.
Rubio criticó que en una de las naciones más ricas del mundo, como lo es Venezuela, los ciudadanos no puedan comprar papel higiénico debido a la escasez.
Rubio exigió recientemente “el pleno restablecimiento del orden democrático y el respeto de los derechos básicos en Venezuela mientras el régimen de Nicolás Maduro continúa su asalto contra el pueblo venezolano y las instituciones democráticas del país”.
“No se trata de desmontar una dictadura y volver a la democracia, sino de desmontar toda una estructura de narcotráfico en el Estado”, aseguró también el pasado miércoles el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tras ser preguntado por el senador republicano Rubio sobre las conexiones del Gobierno venezolano con el negocio de la droga.
Frente a la crisis en Venezuela, el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con imponer sanciones económicas “fuertes y rápidas” a menos de que el presidente Nicolás Maduro desista de su plan de una Asamblea Constituyente.
Pero el mandatario estadounidense parece seguro de enfrentar un contragolpe de Caracas, donde las críticas contra el “imperialismo” estadounidense han sido la respuesta preferida del gobierno a la presión del Norte.