Como una experiencia única, describen quienes se han dado un chapuzón en una de las piscinas más altas del mundo.
Aseguran que se trata de una piscina no apta para personas con problemas de vértigo.
Está a 153 metros de altura, ubicada en el Marquet Square Tower, en Houston y el vidrio por el que está fabricada es de 20 centímetros de grosor.
Desde lo alto se puede caminar por la parte transparente de la piscina, al fondo está la calle Preston.
¿Se atrevería a caminar allí?