Pese a que en junio la Alcaldía y la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos ponen en servicio el centro binacional de atención de emergencias y desastres, el más moderno del país, Cúcuta no termina de blindarse contra las amenazas más latentes que la acechan: deslizamientos de tierra e inundaciones.
El tema fue analizado con detenimiento por los encargados de la materia en el municipio, el alcalde César Rojas, y el director de la entidad nacional, Carlos Iván Márquez, y todos coincidieron en la misma conclusión: hay que poner manos a la obra, cuanto antes.
En este orden, la alcaldía prepara ocho proyectos para ofrecer protección en igual número de sectores de la ciudad en los que se requieren obras de mitigación de riesgos.
Las iniciativas superan los $20.000 millones y serán formuladas a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos con el propósito de buscar apoyo financiero.
Entre los proyectos figuran dos megaobras con las cuales se busca impulsar el turismo en la capital nortesantandereana, los miradores de la Virgen de Fátima y Cristo Rey.
En ambos proyectos se requieren obras de mitigación de riesgos contra deslizamientos de tierra, que le impriman seguridad a los terrenos, ya que serán sitios de alta concurrencia de público, dijo Rojas.
Se busca también culminar de una vez por todas con las obras del canal Bogotá, para lograr que Cúcuta no vuelva a sufrir problemas de inundaciones al paso del mismo.
Márquez sostuvo que en la actualidad están en marcha los trabajos en el tramo de Unicentro, pero el propósito es culminarlos hasta donde termina ese cauce por donde circula el 70 por ciento de las aguas lluvias que caen sobre Cúcuta.
Lo de destacar en Cúcuta es que se está ad portas de entregar al servicio el centro binacional de atención de emergencias y desastres, desde donde se coordinarán todas las acciones, tanto de gestión de riesgos del departamento, como del municipio, dijo Márquez.
El funcionario dijo que ahora el reto es buscar la financiación para las ocho frentes en los que se requiere mitigar el riesgo en la capital nortesantandereana.
Las comunidades de la urbanización Heliópolis, donde cada vez que llueve las calles se convierten en ríos y las casas se inundan, así como en el sector de X Roja, donde se han formulado varias acciones populares exigiendo obras de contención para frenar los deslizamientos de rierra, figuran dentro de las prioridades de la alcaldía.
Así mismo, las comunidades del cerro de San Rafael, en San Martín, y en el sector de Belisario, este último donde el caño que atraviesa por allí amenaza con tragarse decenas de viviendas a lado y lado del cauce, producto de la erosión que no se ha podido contener.