Los habitantes de este municipio llegaron al casco urbano con la esperanza puesta en volver a empezar.
Con presentaciones artísticas y al son de la música carranguera celebraron su trasteo. Brindaron, hablaron y recordaron las anécdotas más tristes, vividas en estos 6 años.
El ingreso triunfal al nuevo Gramalote se hizo pitando, los niños corrían por la plaza principal, mujeres y hombres danzaban solos y emparejados, abrazos, sonrisas e historias llenaron las calles de este bello municipio.
Ahora, su amanecer estará rodeado de montañas y el canto de los animales que despertará a las 54 familias, que aloja por el momento el nuevo casco urbano.