En el 2006, el colombiano Julián Molina fue arrollado por un bus cuando montaba en su patineta, causándole una grave herida en su pie que lo llevó a la amputación hasta arriba de la rodilla.
Aunque casi pierde la vida por esta gangrena, Molina no se rindió, siguió luchando por sus sueño, y ahora es un fiel exponente del BMX Freestyle.
Con sólo una pierna es capaz de lograr trucos realmente sorprendentes. Desafía la gravedad más allá de sus propias limitaciones.
Molina está convencido que entre más duro sea el camino más grande será el premio.
Con información de Redbull.com