Se ha preguntado ¿a qué sabe la paz?, ¿qué color tiene la paz?, ¿a qué huele la paz? o ¿en qué lugares hay paz?.
Un proyecto en Norte de Santander le brinda a los niños espacios de expresión, debate y participación, en un momento clave para el país que busca finalizar una guerra de más de 50 años.
La Red Departamental de Bibliotecas Públicas de Norte de Santander, a través de la Secretaria de Cultura y con el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, desarrollan el proyecto "Yo Coloreo la paz" en 21 municipios del departamento.
El grupo de trabajo lo conforman profesionales de la comunicación, gestores culturales y bibliotecarios, quienes ejecutan 5 talleres en cada municipio, dirigidos principalmente a niños de 7 a 16 años.
Además del debate y la participación, se elaboran cartulinas donde pintan la paz, describen sus sabores y olores.
"Me sabe la paz a dulce, porque la paz es mucha tranquilidad", dice Lisset Tatiana, de 11 años, beneficiaria de los talleres en el municipio de Cácota.
Finalmente se arma un rompecabezas que se subirá a una plataforma virtual para su proyección.
"Con estos productos que se están trabajando servirán de insumo para alimentar la wiki del departamento", resalta Marlene Navas, coordinadora de la Red Departamental de Biblioteca.
Como producto final se tendrá un contenido transmedia en una plataforma virtual e interactiva, con galerías de imágenes, videos y audios, que permitirá al usuario conocer las diferentes manifestaciones de paz.
"De esa manera analizar y leer su contexto y poder brindarles una educación un poco más solida y hacer parte activa de la sociedad y precisamente en este momento que está viviendo el país con el proceso de paz", concluyó Anderson Patiño Castro, coordinador de comunicaciones de la Red Departamental de Bibliotecas Públicas.
Los 21 municipios que se trabajan hacen parte del programa Colores para la paz, extensión bibliotecaria de la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, que desarrolla estrategias de lectura a través de la Bibliorueda.