Un enorme crucero con 2.500 pasajeros perdió el control y chocó contra un muelle en Venecia este domingo, reavivando la controversia sobre si restringir la navegación de esos mastodontes cerca de una de las ciudades más famosas del mundo por los daños que le provocan.
Los turistas, en tierra, se echaron a correr al ver el buque de 13 pisos "MSC Opera" rozando el muelle, emitiendo un fuerte ruido de motor, antes de colisionar con un barco de turismo, el "River Countness", según se aprecia en un video publicado en la red Twitter por un usuario.
"Cuando vimos el barco acercándose hacia nosotros, todo el mundo empezó a gritar y a correr", dijo un marinero del "River Countess", citado por medios italianos.
"No sabía qué hacer. Me fui rápidamente, saltando para llegar a la orilla", declaró el hombre, cuyo nombre no se citó.
Cuatro personas resultaron levemente heridas en el accidente, ocurrido en San Basilio-Zattere, en el Canal de la Giudecca de Venecia, indicaron las autoridades portuarias.
Las cuatro fueron trasladadas a un hospital y se encontraban a bordo del barco de turismo accidentado.
El "Opera", que ya había tenido problemas mecánicos en 2011 durante una travesía por el mar Báltico, puede transportar hasta 2.500 pasajeros y alberga un teatro, una sala de baile y un parque acuático para niños.
"El barco MSC tuvo una falla de motor, de la que el capitán informó inmediatamente", declaró Davide Calderan, director de la empresa de remolcadores encargada de arrastrar al barco a su amarradero, indicaron medios italianos.
Los dos barcos remolcadores que llevaban al barco hasta la Giudecca intentaron frenar el buque, que ganaba velocidad, pero las cadenas que lo ataban se acabaron rompiendo por la tensión, añadió Calderan, que dijo que el motor del "MSC Opera" estaba "bloqueado".
Amenaza para el ecosistema
El accidente atizó la controversia en torno a los daños que infligen a la ciudad italiana, inscrita -junto con su laguna- en el patrimonio universal de la Unesco, y a su frágil ecosistema los enormes buques de crucero que navegan cerca de la orilla.
Su presencia es tal que las chimeneas de estos enormes barcos se perfilan por detrás de los campanarios y de los puentes de la emblemática ciudad.
"Lo que pasó en el puerto de Venecia es una confirmación de lo que venimos diciendo de un tiempo a esta parte", tuiteó el ministro del Medio Ambiente italiano, Sergio Costa.
"Los buques de crucero no deben navegar frente a la Giudecca. Trabajamos para desplazarlos desde hace varios meses [...] y estamos cerca de una solución", prometió.
El ministro de transportes, Danilo Toninelli, añadió por su lado que el gobierno propondrá una "solución definitiva" para fines de junio.
"Desde mañana, debemos movernos, juntos y lo más rápido posible, para resolver el problema del tráfico de los barcos de crucero", indicó Pino Musolino, de la Autoridad portuaria del norte del mar Adriático.
El incidente es "una señal de alarma y sería una locura ignorarla", dijo la rama italiana de la organización ecologista WWF.
Los ecologistas acusan a los cruceros de contribuir a la erosión de los cimientos de la ciudad, inundada con regularidad.
MSC Cruises, fundada en Italia en 1960, es una compañía internacional que tiene sede en Ginebra (Suiza).