Sobre las 11:15 a.m. de este jueves, Ángela Pacheco se encontraba en disponibilidad y a pocos minutos de hacer entrega de su turno, sin pensar que en su trayecto se cruzaría con un hecho que la haría enfrentarse con un de sus miedos. 

Sobre el puente vehicular Elías Mauricio Soto, un joven de 20 años intentaba quitarse la vida, lanzándose del, también conocido, puente de San Mateo. 

“Yo ya iba camino a mi casa, cuando una señora me sacó la mano, obligándome a frenar”. En ese instante, el otro patrullero que la acompañaba no se percató de la situación y continuó su rumbo.

Sin embargo, “cuando observé lo que señalaba la mujer, me tiré de la moto y corrí hacia donde estaba el muchacho”. 

Juan ya estaba del otro lado del puente, apunto de lanzarse, fue allí cuando “lo alcancé a sujetar con mi brazo, ejercí presión sobre su pecho y, con la ayuda de otras personas logramos subirlo de nuevo al puente”, narró Pacheco. 

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Según testimonios, el joven sólo lloraba y se lamentaba por lo errores que cometió en su vida, a punto de desear su muerte.  

Angela habló con el joven casi por media hora, en esa conversación le compartió a la patrullera que era drogadicto y que por esa condición no contaba con el apoyo ni de su familia ni los vecinos del barrio, pues ya nadie confiaba en él. 

No sé cómo hice para salvarlo, sufro de vértigo y la altura de ese puente siempre me ha dado pavor. Lo único que hacía era darle palabras de aliento al joven: “siempre se puede comenzar desde ceros”.

Pacheco permaneció siempre al lado de Juan hasta que las autoridades, a cargo del cuadrante, llegaron al lugar de los hechos, para trasladarlo a su barrio y dialogar con su familia.