Un grupo de niños estudiantes que regresaba este martes a sus casas en el momento en que fue activada una poderosa carga explosiva, que dejó dos muertos y once heridos, no tuvo más opción que lanzarse a un caño para resguardarse del posterior intercambio de balazos.
El explosivo destrozó el costado derecho de la buseta en que viajaba la comisión judicial. El cadáver de una de las víctimas quedó tendido a un costado del vehículo.
A la 1:30 de la tarde, la tranquilidad que transcurría en la vereda Serpentino, zona rural de Tibú, a 12 kilómetros del casco urbano, terminó abruptamente tras el ataque y la reacción de miembros del Ejército y la Policía, que acompañaban una comisión del Juzgado Promiscuo de esta población del Catatumbo.
“Es la primera vez en once años que somos testigos de un hecho así en la zona”, aseguró uno de los campesinos.
La explosión afectó a un motorizado que resultó herido. Algunos cartuchos de balas quedaron esparcidos en el sitio. La comisión judicial regresaba del kilómetro 15, en la vía Tibú-La Gabarra.
Uno de los vecinos de las casas afectadas por la onda explosiva (techos de zinc y ventanales), manifestó que justo en el momento en que ocurrió el atentado, estaba haciendo tareas con su hijo, cuando escuchó la explosión y de inmediato se resguardaron en la vivienda.
“Por fortuna estaba en la parte interna de la casa. Los disparos duraron cerca de 20 minutos”, dijo.
Presuntos responsables
El coronel Fabián Ospina Gutiérrez, comandante de la Policía de Norte de Santander, aseguró que en la zona delinquen el frente Juan Fernando Porras Martínez del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y disidentes de las extintas Farc. Extraoficialmente, se conoció que este último grupo sería el responsable del atentado.
La segunda víctima mortal quedó atascada en uno de los asientos de los pasajeros de la buseta, que recibió el impacto de la explosión al momento en que pasaba por el lugar.
En medio de labores de inteligencia, las autoridades tendrían en su poder algunas interceptaciones telefónicas que demostrarían la relación de estas disidencias con el violento hecho. Además, indagan cómo se filtró la información sobre el desplazamiento judicial, diligencia que estaba aplazada desde hacía dos meses por temas de seguridad.
El coronel Ospina anunció una recompensa de hasta 20 millones de pesos, por la información que conlleve a la judicialización y captura de los responsables.
¿Cómo fue?
Una comisión del Juzgado Promiscuo Municipal de Tibú, se desplazó al kilómetro 15 de la vía Tibú-La Gabarra, escoltado por al menos 25 uniformados del Ejército y la Policía, para adelantar una inspección ocular a dos terrenos en las fincas Mirabel y La Pradera, en la vereda Socuavó.
Sin embargo, al regreso al casco urbano de Tibú, fue activada la carga explosiva cuando transitaba la buseta de transporte especial (Transportes Bellavista), de placas TJN704 de Cúcuta, con un juez, una abogada, un perito, y el dueño del predio.
La explosión afectó también a una motocicleta venezolana de placa AI1E13V, en la que viajaba un hombre que resultó herido.
Algunos heridos fueron trasladados a la clínica Medical Duarte en Cúcuta, en la tarde de ayer, donde hasta el cierre de esta edición recibían atención médica.
Reacciones
La Asamblea de Norte de Santander rechazó de manera unánime el atentado perpetrado en Tibú y se solidarizó con la comunidad tibuyana.
La corporación envió mensajes de condolencias al diputado Rafael Cáceres, por la muerte de su yerno Shakip Gene Beltrán.
El Consejo Superior de la Judicatura también expresó su rechazo a este suceso, registrado en el corazón del Catatumbo.
“La Judicatura lamenta profundamente esta clase de actos contra los funcionarios y empleados que cumplen con la misión constitucional de administrar justicia. Expresa su más profundo pesar a los familiares del escribiente Shakip Gene Beltrán y desea una pronta recuperación del juez Gregorio Andelfo Martínez Pabón”, aseguró a través de un comunicado.
Por ahora, avanzan rigurosas investigaciones para esclarecer los hechos e identificar a los responsables. Los lesionados se recuperan en Cúcuta.
Shakip Gene Beltrán era escribiente del Juzgado Promiscuo de Tibú y era yerno del diputado nortesantandereano Rafael Cáceres.
Las víctimas
Los muertos
Shakip Gene Beltrán, escribiente del Juzgado Promiscuo Municipal de Tibú.
Héctor Rodríguez, perito avaluador de predios.
Los heridos
Los policías afectados por trauma acústico son el subintendente Carlos Eduardo Méndez Mendoza y los patrulleros Jhonatan Sánchez Páez y Guillermo Rodríguez Buitrago. Además de tres soldados, uno con una costilla rota, otro con afectación al homoplato y el tercero con una herida en extremidades inferiores.
Los civiles heridos son Gregorio Andelfo Martínez Pabón, juez promiscuo municipal de Tibú con esquirlas en espalda; la abogada Shirley Juliany Gómez Rodríguez, esquirlas en pierna derecha; Mario Peña Vargas, propietario del predio, trauma severo en brazo derecho; el conductor Omar Ortiz Pérez, con trauma acústico, y Dimas Cabarico Santander, herida en pierna derecha.
