Arrancaron las fiestas decembrinas y con ellas se prenden las alarmas entre las autoridades judiciales, pues esta época es aprovechada por las redes delincuenciales para hacer de las suyas.
Pero no solamente son los atracadores los que están al acecho, sino también las bandas de adulteración de licor, porque saben que por este mes el consumo de bebidas embriagantes se aumenta.
Y esto fue lo que llevó a que la Fiscalía intensificara algunas investigaciones que venía adelantando contra organizaciones que adulteran licores en diferentes ciudades de Colombia.
En un comunicado de prensa entregado por el ente investigador, se aseguró que habían adelantado 30 allanamientos, incautando 60 toneladas de insumos para la falsificación de bebidas embriagantes y la captura de 14 personas, entre ellas, gerentes y directivos de empresas legalmente constituidas que, al parecer, mezclaban productos originales con licor adulterado.
“En las diligencias de registro y allanamiento pusieron en evidencia a una industria criminal dedicada a la falsificación y elaboración artesanal e insalubre de bebidas embriagantes nacionales e importadas. Durante los procedimientos se incautaron 60 toneladas de insumos, entre sellos, etiquetas, tapas, dosificadores, cajas, cerca de 300.000 botellas, alcohol y otras sustancias líquidas utilizadas en el proceso ilegal”, señaló el reporte judicial.
Agregó: “además, de productos que, sin serlo, fueron rotulados como vinos, aperitivos, champañas, whisky, ron, vodka y aguardiente, y estaban empacados y listos para ser vendidos durante las festividades de diciembre”.
Para la Fiscalía, los 14 capturados hacen parte de una sola red, donde había gerentes y directivos de cuatro empresas legalmente constituidas, “cuya actividad económica es la venta de licores. Está acreditado que presuntamente servían de fachada, y distribuían bebidas originales y adulteradas en Bogotá, Cali, Medellín, Cúcuta, Barranquilla y ciudades del Eje Cafetero”.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones Humanos presentó a los detenidos ante un juez de control de garantías y les imputó los delitos de: concierto para delinquir, usurpación de derechos de propiedad industrial, y corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.
Durante un año de investigaciones, los investigadores establecieron que la organización no estaba jerarquizada. “Entre los supuestos integrantes se colaboraban y asistían. Algunos, al parecer, manejaban centros de reciclaje en los que se compraban botellas de licores con etiquetas o dosificadores en buen estado, muchas de ellas llegaban de otros puntos del país y de la ciudad fronteriza de Tulcán (Ecuador). Estos elementos eran sometidos a un proceso de lavado, en el que se reutilizaban agua, jabón, desinfectantes o blanqueadores en condiciones pésimas de higiene”.
Los funcionarios judiciales también se encontraron que en casas de familia, presuntamente, se preparaban las bebidas en alambiques artesanales y mediante la mezcla indiscriminada de alcohol y diversos componentes, sin ninguna medida de salubridad.
“Hay indicios de que en las fábricas de las empresas que estarían vinculadas al ilícito también se hacía la fase de destilación de las bebidas, pero de una manera industrial y a gran escala. El material probatorio da cuenta de que las cajas con diversas variedades de licores eran vendidas a discotecas, tiendas de barrio y establecimientos nocturnos. En algunos casos, las entregas se hacían en vehículos que simulaban el transporte de huevos.”, explicó la Fiscalía.