Como ha sido la historia de la mano de José Pékerman, así se dio la participación de la Selección Colombia de Fútbol de Mayores, con altos y bajos, pero siempre en ascenso, aunque con la cuenta pendiente del argentino en la tricolor: Los grandes países.
Los siete años de Pékerman hasta ahora al frente de la Selección absoluta se resumen perfectamente en los cuatro partidos que disputó en la Copa Mundial de la FIFA Rusia-2018, es como si el argentina hubiera plasmado en dos semanas la síntesis de sus siete años en Colombia.
En los 77 partidos que Pékerman y su cuerpo técnico han dirigido a la tricolor, hubo de todo, altos y bajos, con errores en planteamientos, dudas en las nóminas inicialistas, partidos sacados adelante con lo justo, pero también con días increíbles, con disposiciones perfectas, con planes ejecutados de una forma impecable y grandes actuaciones que pusieron a soñar al país.
Y en los cuatro partidos de Rusia se resumió toda la era Pékerman. Porque contra Japón se presentaron esos errores de planteamiento, al disponer de un equipo inexperto, con tres defensas nuevos que no se ofrecieron confianza entre ellos y una banda izquierda que careció de cohesión, pero también con esa mala suerte que muchas veces sufrió la tricolor.
La expulsión de Carlos Sánchez con penal a los tres minutos dañó todo el plan del cuerpo técnico y le inyectó más nervios y presión a los jóvenes debutantes, que en ese partido fueron siete: Dávinson Sánchez, Óscar Murillo, Johan Mojica, Jefferson Lerma, José Heriberto Izquierdo, Falcao García y Wílmar Barrios, quien ingresó a los 30 minutos.
El empate parcial del primer tiempo, con una capacidad de recuperación increíble, mostró esa Selección que en el camino a Brasil-2014 se repuso a juegos adversos y encontró una buena versión, a base de lucha y con poco fútbol, que siempre estuvo cerca, pero al final el resultado no fue el esperado.
Pero luego llegó el mejor equipo de Pékerman, el que demostró carácter y el inicio de la jerarquía de un grande, porque contra Polonia sacó toda la casta y con James Rodríguez en la cancha, goleó 3-0 al país cabeza de grupo, jugó tal vez el mejor partido de la historia de los Mundiales, fue perfecto, con control total de las acciones, fútbol espectáculo y goles, como cuando se clasificó a Brasil-2014 y como compitió allá, nos hizo recordar la Colombia de hace cuatro años.
Contra Senegal se vio a la Selección del camino a Rusia-2018. Luchadora, guerrera, con coraje, aguantando hasta el límite, soportando la fuerza africana y, con lo justo, alcanzando el objetivo, el 1-0 con anotación de Yerry Mina por la vía aérea fue un reflejo de la Eliminatoria, en la que se sufrió para clasificar, hasta el último partido con esa gran actuación en Lima frente a Perú. En Rusia, ese estilo lo llevó a octavos de final.
Y frente a Inglaterra, contra los ingleses, un equipo histórico, pero no grande, se reflejó la gran falencia de Pékerman con Colombia, su cuenta pendiente: Los grandes. En sus siete años sólo le ganó a un grande en partidos oficiales, a Brasil, de resto, nunca pudo con Argentina y frente a los ingleses volvió ese temor.
Pero el temor no fue de los jugadores, fue del plan de Pékerman, que cambió lo que hizo contra Polonia y Senegal para disponer de un equipo defensivo, con tres volantes netos de marca, en un mensaje de alarma, de decirle a Gareth Soutgate “los respeto mucho” y eso caló en los jugadores colombianos, que hasta el minuto 81 no pusieron en peligro el arco inglés.
Tuvimos que esperar 81 minutos para que Bacca robara un balón presionando alto a los ingleses, se la diera a Cuadrado y este desperdiciara la opción, pero metiera a Colombia en el juego, tarde, pero suficiente, porque luego Matheus intentó y el tiro de esquina dio la ilusión, con el arma colombiana en Rusia: la cabeza de Yerry Mina. Válido como cualquier estrategia en el fútbol.
Después de ahí, todo fue ganancia, pero volvimos a aquella frase que nos ha acompañado: 'Nos faltó el centavo para el peso', pero lo bueno es que ese centavo cada vez es más escaso, porque ese centavo antes era para ir al Mundial, luego para pasar la fase de grupos y ahora está en las rondas de eliminación directa. Seguramente después estará en una semifinal, hasta llegar a una final.
El camino es largo y en siete años José Pékerman logró mucho, logró posicionar a la Selección Colombia entre las grandes y aunque ese centavo nos sigue acompañando, ahora es diferente y como lo dijeron James y Falcao en sus redes sociales: “Volveremos más fuertes”.
