El Real Madrid festejó la obtención de su duodécimo título de Europa con miles de aficionados el domingo, a su regreso a la capital española después de ganar la final de la Liga de Campeones en Gales.

El club fue primero agasajado por las autoridades municipales y regionales antes de un lento recorrido a bordo de un autobús sin techo entre vallas de seguidores congregados en una abarrotada Plaza de Cibeles, el lugar del centro de la ciudad en que tradicionalmente se llevan a cabo los festejos. 

Una vez ahí, los capitanes del equipo madridista Sergio Ramos y Marcelo subieron brevemente a la cima de la estatua de la diosa Cibeles en la fuente para alzar la Copa Europea. 

El equipo luego se dirigió al estadio Santiago Bernabéu, donde los jugadores fueron presentados individualmente en un elaborado espectáculo de luz y video.

^{Así fueron avacionados los jugadores del Real Madrid, entre ellos James Rodríguez, en la celebración de la duodécima Champions League en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid}

Los más aplaudidos fueron Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, que ondeó una bandera portuguesa al dejar los reflectores mientras se acercaba a a sus compañeros en un escenario en el centro de la cancha. 

"Este equipo ha creído y hemos hecho un doblete maravilloso", señaló Ramos ante los aficionados. "Gracias por emocionarnos y por hacernos creer siempre". 

Una vez que Ronaldo tomó el micrófono, no pudo resistir sumarse a un público que coreaba "Balón de Oro, Cristiano Balón de Oro", un exhorto a que el astro portugués reciba el prestigioso premio. 

"Gracias a todos vosotros porque se ha hecho un año espectacular y gracias porque habéis creído siempre en nosotros", subrayó el timonel francés Zinedine Zidane. 

Ronaldo anotó dos veces el sábado, cuando el Madrid goleó 4-1 a la Juventus en la final de la Champions, convirtiéndose en el primer equipo en ganar el título de manera consecutiva en la era de la Champions. 

Hace apenas dos semanas, el Real Madrid celebró su primer título de la liga española en cinco años. 

Con su tercer título europeo en cuatro temporadas, el club dirigido por Zidane ha abierto una nueva era de supremacía en el continente.