Un recorrido al albergue habilitado para los deportados en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), la realización de una misa en el Centro de de Migraciones del barrio Pescadero y la visita al Banco de Alimentos de la Diócesis de Cúcuta, fue parte de las actividades que desarrolló este lunes en la ciudad monseñor Ettore Balestrero, nuncio apostólico.
El representante del papa Francisco en Colombia vino a constatar el estado de la frontera, tras el cierre de los pasos limítrofes con Táchira y las masivas deportaciones por orden del presidente Nicolás Maduro. Balestrero tildó de problema humanitario lo que vive Norte de Santander y espera que los países de la región no sean indiferentes a este panorama.
“Quise venir a Cúcuta, porque como nuncio en Colombia tengo el corazón agradecido y en estos momentos todos somos cucuteños. Todo el país está focalizado en ayudar y acompañar lo que se está haciendo aquí”, expresó el jerarca de la Iglesia Católica, quien aplaudió el trabajo realizado por la Diócesis, encabeza por monseñor Víctor Manuel Ochoa, con los deportados y desalojados desde Venezuela.
El nuncio apostólico destacó que la Iglesia está dispuesta a mediar en la crisis binacional para lograr una pronta solución con decisiones concretas. A su juicio, es necesario priorizar la atención a los niños, adolescentes y mujeres que están en los refugios. “El mensaje del Papa para Colombia y Cúcuta es de oración y de aliento para que sigan unidos enfrente de esta crisis humanitaria”, culminó.