Tiene seis años y le encanta el rap, género que le gusta interpretar y de vez en cuando muestra sus habilidades para rapear, cuando no está jugado o haciendo otra actividad. Se trata de Michael Martínez Murillo, uno de los pequeños repatriados desde Venezuela y quien se encuentra en el albergue de Villa Antigua de Villa del Rosario.
Este pequeñín es la sensación en el refugio por la alegría e inocencia que refleja cada vez que rapea. En medio de su dura situación ve el lado amable de la vida. Vivía en Mi Pequeña Barinas, San Antonio del Táchira, con sus padres y dos hermanos.
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