Las declaraciones que dio el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, durante su visita a la frontera con Venezuela, en Cúcuta, causaron indignación entre los países que integran el Grupo de Lima (menos Colombia).
El bloque rechazó el mensaje que dio Almagro durante su discurso en el Puente Internacional Simón Bolívar, en el que aseguró que “no se descarta ninguna opción” para acabar con la crisis que vive Venezuela, entre ellas, una posible intervención militar.
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Ante la reacción de estas naciones, el secretario de la OEA se pronunció de nuevo, para aclarar lo dicho.
“Verdaderamente no corresponde que me explique y por lo tanto no lo voy a hacer. Pero sí corresponde que profundice sobre lo que fui testigo en la zona de frontera Colombia - Venezuela y los conceptos formulados en la oportunidad de aquello que hace la esencia de los problemas identificados”.
Aseguró la existencia de una crisis humanitaria, miseria y acciones represivas de la dictadura venezolana. Además, resaltó el trabajo de Colombia y los demás países de la región para hacer frente a la crisis migratoria que se desencadenó a causa de las injusticias del régimen de Nicolás Maduro.
Almagro manifestó que “la omisión, el ocultamiento a la verdad y la negación son actitudes criminales de la peor categoría moral y de la peor bajeza en términos políticos y sociales considerando la situación de los venezolanos”.
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También enfatizó en la urgencia de atender la situación de este país, amparándose en el comunicado que publicó el Grupo de Lima durante este fin de semana, en el que once de sus integrantes manifestaban su preocupación y rechazo sobre una posible intervención militar.
Para el secretario siempre se debe agotar el camino de las acciones diplomáticos, pero se deben “dejar todas las opciones abiertas” y “no debe descartarse ninguna” y aseguró que algunas “interpretaciones maniqueistas buscaron cambiar el eje de la discusión”.