El drama, la incertidumbre y la zozobra que viven cientos de colombianos deportados por San Antonio, se trasladó hasta Puerto Santander, uno de los límites entre Norte de Santander y el estado Táchira de Venezuela.
En horas de la noche del pasado viernes, 52 colombianos, entre ellos 26 menores, provenientes de Coloncito, La Fría, Boca de Grita, Orope y Sabana Mendoza, llegaron algunos de manera voluntaria antes de ser deportados del vecino país.
El número aumentó a 180 personas durante el sábado, familias que huyen por el miedo y la incertidumbre que se generó desde el cierre de frontera, y a raíz de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que desde las 5 de la mañana se cerraría un segundo sector de la frontera con Colombia.