Cuatro coloridos vagones, remolcados por una locomotora eléctrica, recorren el extenso centro comercial, a cielo abierto, Jardín Plaza.
Esa especie de gusano con llantas se ha convertido en la atracción de niños, jóvenes y adultos desde el 8 de junio de este año.
El artífice de ese novedoso invento para la recreación se llama Jorge Enrique Melo Contreras, quien llegó a Cúcuta hace siete años a trabajar con una empresa venezolana que le apostó a Colombia para seguir existiendo.
Sin embargo, este abogado hijo de padres colombianos, vio la necesidad de llenar ese vacío existentes en los centros comerciales. El año pasado hizo el ensayo en Unicentro y al ver la positiva respuesta del público replicó la idea en el Jardín Plaza.
Con el Magic Express, como lo ha hecho conocer en Instagram, busca además de la recreación, generar empleo porque para su cuidado y mantenimiento necesita de operarios.
El tren mágico prende motores a las 11:00 de la mañana y los apaga a las 10:00 de la noche y cada recorrido tiene una duración aproximada de quince minutos. En los cuatro vagones caben 24 personas que buscan admirar la belleza del Jardín Plaza.
En la carbonera (vagón delantero) se montan animadores, que por lo general van vestidos de los personajes favoritos de las películas. Esos superhéroes o figuras de Disney van compartiendo con los eventuales pasajeros y se toman selfies en un ambite fiestero hasta que suene la campana que indica que el recorrido ha terminado.
Los rieles son imaginarios porque los vagones se mueven al ritmo de pequeñas llantas.
El legendario vehículo de transporte fue diseñado por manos colombianas, en madera. Tiene un motor eléctrico, cámaras, sensores de seguridad, una corneta y una campana para alertar al visitante.
Los niños menores de dos años no pagan y deben ir en brazos de sus familiares y el pasajero que quiera darse un paseo deberá comprar un boleto en las respectivas taquillas. El personal que maneja el mágico transporte es de total confianza y permanece en alerta para brindar protección y seguridad a cada pasajero.
Esos quince minutos de recorrido los puede aprovechar el papá, la mamá o la tía para almorzar o hacer las respectivas compras en los almacenes de que dispone el centro comercial.
En los vagones también se pueden subir niños, de manera gratuita, que pertenecen a las distintas fundaciones y para ello se hacen unos convenios especiales.
El abogado colombo-venezolano busca extender el servicio de Magic Express a otras capitales del país para seguir brindando diversión a los niños, que son su razón de ser. Él está inspirado en sus dos hijos pequeños y quiere que la demás población se beneficie con esta clase de transporte.
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Areneros
Jorge Enrique Melo Contreras complementó la diversión con los areneros. Es decir, en el Jardín Plaza junior ubicó unas cajas rellenas de arenas para que los niños de seis meses hasta ocho años de edad puedan meterse y desarrollar la parte motriz. Científicamente se ha demostrado que ayuda a los niños que padecen cualquier retraso. Incluso hay médicos que envían a sus pacientes a disfrutar de esos areneros.