“Si yo te quiero con el alma / si yo te quiero hasta los huesos / mi corazón no es solo tuyo / pero por hoy yo te lo presto”, así suena el coro de La plata, la canción con la que Juanes se le midió al sonido del vallenato, ese tradicional ritmo que defienden a rabiar los académicos del género que, en pocas ocasiones toleran que algo se llame vallenato y no tenga, únicamente, caja, guacharaca y acordeón.
El paisa lo fusiona con pop, algo de esa guitarra guasca antioqueña y también con rap. Una canción con su sello.
Un gusto desde la infancia
Para Juanes, el habitual instrumento de reyes de festivales en Valledupar no le es ajeno. Su primer acordeón se lo regaló su papá, “cuando yo estaba muy chiquito, empecé a aprender a tocarlo pero luego me lo robaron en la casa y nunca volví a él”.
Entonces estuvo la guitarra y no hubo vuelta atrás. “En 1997, cuando comencé mi carrera como solista, me conecté con este género como aficionado. Me gustaban demasiado Diomedes Díaz, Los Hermanos Zuleta, también Carlos Vives y luego Silvestre Dangond, no hay una fiesta en la que no termine cantando vallenatos porque me da mucha alegría”. Y enfatiza: “yo pongo un vallenato y me provoca ponerme feliz, ¿me entiendes?”
Para él, La Plata es un homenaje hacia este ritmo, Patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad, según lo declaró la Unesco en 2015.
Musicalmente, la canción tiene el sabor de la provincia de Valledupar, “con los productores, Andrés Torres y Mauricio Rengifo estábamos buscando hilos sonoros del vallenato, ese con más cuerdas en sus orígenes y por ahí nos fuimos con la guitarra”.
En esta melodía no solo está presente esa guitarra como referente de la tradición, hay un detalle en la cadencia de la voz de Juanes que se acerca a la armonía del vallenatero, “es que tengo como el espíritu para interpretar ese tipo de tono. Al momento de grabar nos quisimos ir por la parranda, cantarla como si estuviéramos emparrandados con los amigos. Eso recoge el espíritu de la canción”.
Para este sencillo, Juanes invitó a Lalo Ebratt, un samario que hace parte de la banda Trapical Minds y que le da su toque futurista. “Lalo tiene un lenguaje muy particular para su rap, es muy divertido y se lo dio a la canción. Siempre lo ves en redes hablando del futuro y de ahí salió lo del vallenato 2035, lo dijo a manera de broma y se quedó”.
No soy experto
Eso lo deja claro en la conversación al recalcar que su homenaje al género es sincero, “gusta mucho el vallenato en Medellín, es música muy querida por los paisas”.
En medio de la canción, Lalo dice que tiene de superhéroe lo que Juanes de vallenato, “porque realmente no lo soy y no es una burla, es mi interpretación”.
Sobre el riesgo de ponerle igual que al famoso tema de Calixto Ochoa que hizo popular Diomedes Díaz, detalla que fue espontáneo, “como al inicio trae esa frase y es tan importante el concepto de la plata en el tema, pues le pusimos así. ¿Cuántas canciones hay en el mundo que se llaman igual? Muchas y no pasa nada”.
Otro escollo para el que está preparado es para la reacción de los puristas de este tipo de música que tiene tanto de tradición.
“Yo sé que me van a criticar, pero siempre va haber alguien que lo haga, estoy acostumbrado a eso desde que empecé mi carrera, y nada, qué más podemos hacer”.
Al consultarle sobre algún temor por meterse en este género (no explorado en sus canciones) la respuesta fue un tajante “jamás” y añade “siempre he querido hacer cosas distintas en la música y lo más importante para mí es hacer lo que me gusta, de corazón, con el alma y con mucho respeto”, sentenció.