Al hablar de María Camila, sus papás Juan Carlos Osorio y Adriana Serrano siempre dejan escapar una tierna sonrisa antes de describirla como una persona, alegre, soñadora, guerrera, carismática y muy dedicada.
Juega tenis desde los seis años y lo hace por voluntad propia, fue ella la que decidió que ese sería el deporte que practicaría. Estuvo tentada por el patinaje, pero ver la caída de una niña en la patinadero la hizo desistir definitivamente, aunque más tarde entendería que las caídas hacen parte de cualquier actividad deportiva.
Se decantó por el tenis y tan solo un mes después de estar entrenando ya lo hacía con niños de una categoría mayor y unos meses más tarde ganó su primer torneo, la Copa Masters Kids en Medellín, frente a niñas mayores que ella y, desde entonces no ha parado hasta convertirse en la mejor jugadora de Colombia y la mejor del mundo en la categoría juvenil.
No ha sido un camino fácil el que ha recorrido en los once años de carrera deportiva que completa, pero su familia siempre ha sido el mayor apoyo que ha tenido la deportista. Luego del reciente triunfo en el US Open Junior, Camila contó que en ellos era en los que pensaba durante el partido.
“Son mi motivación, en ellos pensaba en cada punto, en cada game: solo quería hacerlos sentir orgullosos”, dijo.
Y lo están. En casa guardan con gran cariño esa primera raqueta que tuvo la hoy número uno de Colombia, era gris, sin marca, sencilla, funcional, pesada. Los trofeos y medallas que ha ganado también ocupan un lugar especial en la estantería, son la recompensa de tanto esfuerzo y sacrificio, pero también son una motivación para seguir creciendo.
“Creo que vamos a tener que poner otra estantería”, dijo Orgulloso Juan Carlos mientras repasa cada uno de los triunfos que ha tenido de su hija.
Camila viene de familia de deportistas aunque nadie se había decantado por el tenis, los Serrano y los Osorio son más de baloncesto y fútbol.
Es nieta de Rolando Serrano, uno de los 22 jugadores que hizo parte de la selección de Colombia dirigida por Adolfo Pedernera en el Mundial de Chile 1962; su papá estuvo en las divisiones inferiores del Cúcuta Deportivo y su hermano, Juan Sebastián, también se inclinó por el fútbol. Su mamá y su abuela materna siempre practicaron el baloncesto.
“Estamos muy orgullosos de lo que ha logrado y siempre hemos creído que ella puede ser todo lo que se proponga. Sabemos del sacrificio que hace, pero cumple su sueño y eso nos hace felices”, cuenta Adriana, a quien llama Camila cuando no está con ella en la cancha para pedirle la bendición antes de cada juego.
“He tenido que aprender a camuflar emociones y conservar la calma porque ella me ve como un punto de seguridad, cuando estoy en el torneo ella me toma como ese punto fijo y luego de cada punto me busca con los ojos. Creo que eso le da seguridad y si no me ve firme, se desespera”, cuenta Adriana.
Y es que María Camila además del tenis le apasiona el baile y la música y hasta toca el ukelele. Dice que canta muy bien aunque no se le escuche igual de bien.
“Es una niña increíblemente dulce, siempre está sonriendo y trasmite una buena energía a todos lo que están a su alrededor”, dice Juan Carlos.
La familia es consiente de la responsabilidad que tiene la deportista y del reto que afrontará de ahora en adelante donde comienza la competición en la categoría profesional, pero también conocen de las cualidades innatas para el tenis que tiene María Camila y la disciplina que la hará seguir cosechando triunfos como hasta ahora.
La cucuteña también se ha convertido en una modelo a seguir para esos niños que comienzan en cualquier deporte y ella les ha dicho como mensaje que no pueden dejar de soñar con lograr lo que los hace felices, pero que siempre los triunfos son producto de mucho trabajo y sacrificio.
Oficialmente la mejor del mundo en juvenil
La tenista cucuteña subió en total siete lugares en la clasificación después del título en el US Open Junior.
Osorio, que disputaba su último torneo de la categoría junior, acumula en total 2.341 puntos después de salir vencedora en los torneos de Guayaquil y además haber comenzado su camino en la élite del tenis femenino mundial.
Ahora, tras cerrar con broche de oro su participación en la categoría junior se prepara para estar en los torneos femeninos de la élite para seguir sumando en la clasificación de la WTA, en la que ya se encuentra en la casilla 271.