Edilma Parra tiene 60 años y los últimos 25 los ha dedicado a las artesanías. Ella tiene el encanto de vender sus productos con el mismo amor con que los confecciona.
Esta mujer hace parte del grupo de 50 creadores que se le midieron a la Feria Artesanal, como parte de las actividades de la Feria de Cúcuta.
La laboriosa mujer trabaja los tejidos y con sus productos, muñecas y llaveros, le rinde homenaje a la identidad cucuteña.
Entre los productos se destaca una muñeca con los colores rojo y negro, en alusión a la bandera de la ciudad. La imagen porta en sus manos dos pasteles de garbanzo, comida típica de la frontera.
De acuerdo con Aurora Blanco, profesional de la Secretaría de Desarrollo de Cúcuta, la feria busca destacar el trabajo de los artesanos y darles espacios para que den a conocer sus proyectos de emprendimiento.
“En la feria, que estará abierta hasta el próximo domingo de 9 de la mañana a 9 de la noche, se pueden apreciar trabajos de bisutería, cuadros, mármol, accesorios, madera, zapatos, ropa, productos para el hogar y comidas”.
Como Edilma también está Analín Hurtado, quien procedente del Estado Lara (Venezuela), trajo tallas en madera y juegos de mesa fabricados con Cují, árbol de Cúcuta.
Para los amantes de una buena chicha, Karelis Bruzual ofrece la tradicional venezolana. Ella, con una enorme sonrisa, le pone amor como ingrediente secreto para agradar el paladar.
Uno de los puntos de venta más grandes lo tienen los internos de la cárcel de Cúcuta. Ellos, como parte de los procesos de resocialización, trabajan en talleres para fabricar objetos decorativos para el hogar, tejidos, mochilas, peluches, entre otros.
“En las cárceles no todo es malo. Las ferias permiten mostrar la otra cara de estar al interior de un penal”, dijo Lisset Calderón, responsable de atención al ciudadano en el Inpec.