La trifulca que protagonizaron menores de edad en una discoteca del centro comercial Bolívar, enfurecidos porque no se les permitió la entrada a una fiesta electrónica, desnudó fallas graves de seguridad por parte de las autoridades en este sector de rumba de la ciudad.

De acuerdo con versiones conocidas por La Opinión, los organizadores de la fiesta que se convocó esa noche en las instalaciones de la discoteca Oye Bonita, habrían permitido el ingreso de menores de edad al establecimiento, y para ello timbraron boletas con precios entre 30.000 y 40.000 pesos. El número de boletas vendidas fue mayor al cupo de la discoteca, lo cual dejó por fuera a decenas de jóvenes que acudieron con boleta a la fiesta.

Testigos relataron que lo que desató la furia de los jóvenes no tanto fue que no los dejaran ingresar, sino que no les quisieron devolver la plata que habían pagado para la fiesta. En la trifulca, cinco personas resultaron heridas.

De inmediato, los enardecidos menores de edad arremetieron contra el mobiliario del negocio, arrojando sillas y mesas contra el suelo y la puerta principal, causando daños.

Lo que más llamó la atención del hecho fue que la fiesta, según el secretario de Gobierno de Cúcuta, Jimmy Cárdenas, no contaba con permiso para su realización. “Aquí vinieron a solicitarlo los organizadores, pero se les negó”, dijo el funcionario.

Tampoco se cumplía con otros requisitos como personal para controlar desórdenes, fuerza pública ni equipos de socorro como ambulancia, como lo exige la norma cuando se llevan a cabo espectáculos.

“Lo que sorprende del asunto es que además de que no tenían permiso se vendieron boletas para que los menores ingresaran, porque de hecho adentro habían muchos”, dijo Gerardo González, administrador de una de las discotecas que funcionan en el lugar.

Las autoridades deberán tener en cuenta también que se convocó a menores de edad a un negocio donde había consumo de licor, lo cual agrava la situación, dijo González.

Más tarde, los protagonistas de la trifulca se enfrentaron también a la Policía cuando esta llegó al sitio a poner control.

Al ser indagado sobre lo sucedido en el Centro Comercial Bolívar, el comandante de policía de Cúcuta, coronel Javier Barrera, solo se limitó a decir que menores protagonizaron los hechos de vandalismo y que se está investigando lo sucedido para tomar medidas.

La administración de la discoteca Oye Bonita le dijeron a La Opinión que la fiesta no estuvo organizada por ellos. “Nosotros solo alquilamos el local”.

La Opinión intentó conseguir a los organizadores de la fiesta, pero fue imposible.

El procurador Regional, Edgar Fandiño, requirió este lunes a la alcaldía los soportes que se tienen sobre permisos y demás requisitos que se debieron reunir para que se llevara a cabo la fiesta en la discoteca Oye Bonita.

Se tomarán ‘medidas’

La alcaldía manifestó que los desmanes que protagonizaron menores de edad la noche del sábado en el Centro Comercial Bolívar se presentaron porque no se les permitió la entrada a la fiesta que se llevaba a cabo en la discoteca Oye Bonita.

El secretario de Seguridad, Mauricio Franco, dijo que se está investigando lo relacionado con los permisos, para mirar si amerita una sanción contra el negocio.

El alcalde César Rojas convocó a un comité extraordinario a los secretarios de Gobierno, Seguridad, Cultura y Salud para impedir que en un futuro se vuelva a repetir un hecho de esta naturaleza.

La Opinión conoció que una de las medidas a tomar por la alcaldía, una vez sean llamados a descargos los administradores de la discoteca y de la fiesta, es el cierre definitivo del negocio, dado que se permitió el ingreso de menores de edad.