Habitantes de Cormoranes hicieron un llamado enfático a las autoridades, especialmente al Ministerio de Ambiente y a la Unión Temporal Cormorares, para que se "pongan la mano en el corazón" y atiendan la solicitud de desalojo y reubicación de las personas que habitan la torre 28.
Según el presidente de la Junta de Acción Comunal de Cormoranes, José Ordóñez, ya llevan dos años tratando de demostrar a la constructora que las fallas estructurales son graves. El proceso ha sido acompañado por la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Ambiente y la Procuraduría, que ya conocen el riesgo que sortean a diario los moradores de este lugar.
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"Esperaron hasta lo último, cuando ya la torre está para caerse y todavía la constructora se niega a decir que sí está pasando algo grave acá", mencionó Ordóñez.
Lo habitantes temen que ocurra una tragedia, porque no han visto una solución real a sus problemas. "Esperamos que no tenga que haber una pérdida de una vida humana para que ahí si salgan a lamentarse", dijo el presidente de la JAC y aseguró que lo complicado del caso es que "el muerto, muerto queda, nadie responde y le queda el dolor a la familia".
Las fallas en la construcción pueden apreciarse del piso 1 al 5. en los apartamentos ya las puertas de los baños no cierran o se bloquean debido a la inclinación. En el último piso, el agua se filtra por el techo cuando llueve, debido a las fisuras y en algunas partes de las paredes ya se puede ver a través de la pared, por medio de las grietas.
Como esta, otras ocho torres están siendo monitoreadas porque han venido presentando pequeñas fisuras e inclinaciones.
De la torre 28 a la 36 están siendo monitoreadas, e incluso les pusieron pesas para determinar la inclinación de cada una de ellas. Además, las personas aseguran que dentro de los apartamentos han vuelto a aparecer grietas, a pesar de las reparaciones de la Unión Temporal Cormoranes.
Otra preocupación
En Cormoranes, también la preocupación se inclina hacia la constante filtración de agua que se puede observar debajo de las torres. Inicialmente se había dicho que era una acumulación pero después de los estudios aún se desconoce la procedencia del líquido.
Lo alarmante, según los habitantes es que esto debilite más el terreno y agrave la situación.
Por ahora, la comunidad prepara una acción popular como último recurso para llamar la atención de las autoridades y buscar una solución a sus problemas.
