"Vivimos en un atolladero” fue la reacción de un vecino del conjunto residencial Los Arrayanes al ver anegados nuevamente los estacionamientos, zonas peatonales y apartamentos. Esta vez, por aguas negras que entraron desde la quebrada Tonchalá y la parte alta, durante el aguacero de la noche del 2 de diciembre.
“Una tragedia que se repite”, dijo otro habitante, en ese sector del anillo vial occidental, recordando las dramáticas horas vividas por la avalancha registrada el 17 de noviembre que arrasó unas 150 viviendas en el barrio 23 de Enero y dejó dos personas muertas. Al entrar con tanto ímpetu a Los Arrayanes inundó cerca de 200 apartamentos en el primer nivel de las 24 torres de ese complejo habitacional, que quedaron bajo el agua y las familias que allí habitaban perdieron todos sus enseres, mientras que otros residentes sus carros y motocicletas.
Lo angustiante y lo que mantiene a toda la comunidad en vilo es que sin recuperarse de lo acontecido esa tenebrosa noche, el agua volvió a entrar al conjunto, aunque no en las mismas proporciones, pero al estar las alcantarillas y desagües colmatados de barro y desechos, se anegaron las torres más cercanas a la quebrada, relataron los afectados.
Junior Montalvo refirió que la Tonchalá en la primera inundación se desbordó por el punto donde está el megacolegio, atravesando la institución educativa para golpear las torres de apartamentos al derribar un muro y por ese brazo que quedó abierto se ha vuelto a colar el agua, porque las lluvias continúan.
Eduardo Sánchez, administrador del conjunto Los Arrayanes, dijo que es preocupante que sigan registrándose nuevas situaciones porque la gente está muy nerviosa por lo ocurrido tras la avalancha. En esta oportunidad, por el agua lluvia represada debido a que el alcantarillado pluvial está colapsado. “Ya solicitamos a la constructora que cambie las tuberías por unas de mayor capacidad que permitan evacuar el agua de manera rápida evitando que el lugar se inunde como está ocurriendo”.
La constructora desplazó hasta el lugar maquinaria pesada para adelantar unos trabajos y se están esperando los estudios de la Secretaría de Gestión del Riesgo que anunció una serie de obras de mitigación en dicha quebrada.
“Aunque no hay una fecha definida la Secretaría nos informó que ya están terminando los estudios para definir el inicio de las obras, mientras que Corponor va a intervenir las aguas servidas, porque la Tonchalá ha sido convertida en una cloaca”, dijo el administrador.
Huber Plaza, secretario de Gestión del Riesgo de Desastres, informó que en una primera instancia se levantó una evaluación de daños, afectaciones y necesidades de cada uno de los apartamentos afectados, que fueron 126 en 9 torres, asumiendo la tarea de limpieza de alcantarillas con el hidrosuccionador, además de reuniones con propietarios, administradores y representantes de la constructora para verificar el tema del apoyo y todas las actividades que se están cumpliendo.
“Se está levantando una topografía en 2,5 kilómetros que abarca desde Manuela Beltrán, Los Canarios, 23 de Enero, La Isla y Los Arrayanes, para hacer el estudio hidrológico e hidráulico y definir las márgenes de ampliación dragado y obras de contención que requiere la quebrada Tonchalá”, agregó.