Un día normal de trabajo para un conductor de taxi abarca más de las 8 horas legales establecidas por el Gobierno; en ellas, obtienen un ingreso de 100 a 110 mil pesos.
A este total, todos los días, se le descuentan 80 mil pesos, discriminados así: $50.000 por el alquiler del vehículo y 30 mil para la gasolina, lo que resulta en una ganancia neta de $20.000 pesos.
Le puede interesar: Taxistas en paro agreden a compañeros que no los apoyan
Según Álex Mora, de la empresa Radio Taxi Guaimaral, con estas sumas y restas resulta difícil la aplicación del decreto 1047 de 2014 del Gobierno, que obliga a todos los taxistas a pagar la seguridad social.
“La empresa lo evade a uno porque dice que no es contratista sino afiliadora, entonces la ley no los obliga (a pagar seguridad social)”, dijo. “Y cuando las empresas son dueñas del carro, dicen que uno no es empleado sino alguien a quien se le alquila el vehículo”.
Como Mora, más de cien taxistas cumplieron ayer la llamada ‘Hora Cero’, con un bloqueo que obstruyó los alrededores de la Plaza de Banderas, la avenida segunda con calle sexta, y parte de la Diagonal Santander hasta la Terminal de Transportes.
Sin embargo, aunque muchos de los conductores protestaron de manera pacífica, la actividad se salió de control cuando en algunos puntos se presentaron actos vandálicos, como el ataque directo a los vidrios de los choferes que no estaban participando de la protesta, con el fin de obligarlos a unirse.
La Opinión constató estos actos en los que muchos usuarios también se vieron afectados pues los hacían bajar de los vehículos.
Mientras los minutos pasaban, huevos, harina e insultos caían sobre quienes trataban de escapar de las manos de los manifestantes.
“Esto no es justo”, comentó un taxista. “Los mismos compañeros partiendo vidrios a otros conductores. Carros llenos de huevos”.
Agregó que “lo que ellos están haciendo es una retención ilegal. Eso ante la justicia es ilegal”.
Johan Mauricio Ariza, otro taxista, dijo no estar de acuerdo con los actos vandálicos y afirmó que el paro estaba concertado desde hace 10 días y todo el gremio sabía, pero que “el egoísmo de algunos taxistas no permite que las cosas marchen”.
Por su parte, Alexánder Espinel legitimó las agresiones diciendo que los compañeros que no participaban de la protesta aprovechaban para trabajar, mientras ellos se encontraban “luchando para que el Gobierno solucione algo”.