“Si se atreven a volver, va a correr mucha sangre”, fueron las palabras con las que hombres encapuchados, quienes portaban armas de corto y largo alcance, intimidaron a vigilantes que prestaban servicio de seguridad en terrenos privados, que presuntos destechados insisten en invadir en las inmediaciones de Ciudad Rodeo y la urbanización Los Arrayanes, en el occidente de Cúcuta.
Según los denunciantes, sobre las 3:00 de la tarde de este martes, fueron acorralados 10 guardas de seguridad por “una turba enardecida” de 500 personas, en la que se encontraban camuflados los pistoleros desconocidos.
“Temí por mi vida”, de no ser por el líder de los vándalos, quién nos dejó libre, pude haber muerto esa noche”, afirmó uno de los celadores.
Por dos horas, las víctimas fueron retenidas contra su voluntad, desarmadas, e incluso estuvieron a punto de ser desnudadas por los encapuchados, relató uno de los afectados.
Los celadores se encontraban levantando unas cercas, para recuperar los terrenos invadidos, cuando fueron sorprendidos por este grupo de personas, que además procedió a prender fuego a la madera de la cerca, provocando un incendio en el sector.
Las víctimas calculan pérdidas de 7 millones de pesos y otro medio millón en otros materiales, luego de ser consumidas por las cenizas.
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Entre las personas que fueron secuestradas se encuentran Iván Durán Rangel, Misael Maldonado Rangel y Richard Martín Álvarez Prieto.
Los invasores
De acuerdo con el denunciante, las individuos que constantemente están invadiendo los terrenos que colindan con el Anillo Vial, “son venezolanos a quienes les pagan 30 mil pesos al día por estar en esas tierras”.
Por eso, los dueños de estos lotes solicitaron a la alcaldía hacer valer la ley, porque se está atentando contra la propiedad privada y el capital social.
Cerca de 100 familias, que dicen ser damnificadas por el invierno, se niegan a abandonar sus hogares improvisados, pues una vez se retiran los uniformados, la comunidad retorna nuevamente a las invasiones.
La Policía ha actuado como lo demanda la ley, pero se requieren acciones más contundentes por parte de la administración municipal, para poner fin a las invasiones de tierra.