Terminaron las adecuaciones en el Centro de Migraciones de Cúcuta y ahora quienes llegan a este espacio de atención se encuentran, por ejemplo, con un lugar adecuado para la ocupación de su tiempo libre.
Instalaron cielo raso en PVC en pasillos y espacios comunes, hicieron mejoras en la cocina, adecuaron un espacio de atención médica y remodelaron la fachada principal, entre otros trabajos que fueron posibles gracias al apoyo económico (128 millones de pesos) que le dio la Embajada de Japón en Colombia al refugio administrado por la congregación Scalabriniana en el que se alberga de manera temporal a los venezolanos y colombianos retornados que llegan a la ciudad.
Este miércoles el consejero de la Embajada, Naoki Yokobayashi, estuvo en la ciudad y recorrió el lugar junto al padre Francesco Bortignon, director de la Corporación Scalabrini.
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Ayuda también para La Guajira
Entre los proyectos que la Embajada apoyó están dos de la Guajira y el del Centro de Migraciones en Norte de Santander.
Para los tres proyectos, financiados a través del esquema de cooperación japonesa “Asistencia Financiera No Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana-Kusanone”, destinaron 425 millones de pesos.