Incumplir el acuerdo de reorganización empresarial, irrespetar a la hinchada con declaraciones hirientes, no pagarles a sus empleados y en sus siete años de administración tener al equipo dos veces por fuera de la ciudad, hicieron que gran parte de los cucuteños deseara que José Augusto Cadena se fuera de la institución.
En la audiencia del pasado miércoles, donde se decretó la apertura de la liquidación judicial y el fin del acuerdo de reorganización, se presentó una postura firme por parte del Instituto Municipal de Recreación y Deportes (IMRD) y de la Alcaldía de Cúcuta, para que Cadena cumpliera con el pago de las deudas vencidas, como eso no fue posible y tampoco se ofrecieron garantías reales, no hubo acuerdo y la Superintendencia de Sociedades decretó el inicio del proceso.
Misael Zambrano, abogado asesor externo del IMRD, fue el apoderado que batalló durante las cuatro audiencias del año, buscando que se normalizaran las deudas vencidas con el Instituto, que ya ascendían a $1.029 millones.
Zambrano, quien fue jurídico del Cúcuta Deportivo en 2006 y 2007, dialogó con La Opinión sobre algunos detalles de esta determinación histórica para la institución deportiva.
“Nuestra intención no era liquidar. Fue una decisión complicada. En ese momento confluye la situación como cucuteño, como hincha. La ciudadanía debe tener claro que se intentó hasta el último momento y con la benevolencia de la misma Supersociedades, que fue un poco laxa. La audiencia se alargó hasta donde más se pudo para evitar una liquidación de esta sociedad, que no es una sociedad cualquiera, sino que derivan en ella muchos sentimientos de la ciudad”, afirmó el especialista en Derecho Laboral, Derecho Administrativo y master en Derecho Procesal.
La deuda, que si bien la vencida era de 1.029 millones, en total es cercana a los 1.700 millones, según contó el director del IMRD, Oscar Montes Ararat.
“La deuda del Cúcuta es una obligación bastante antigua. Corresponde a los impuestos de espectáculos públicos de 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010, y fue graduada y calificada en el acuerdo de reorganización, en el que estaba subsumido el Cúcuta”, aclaró Zambrano.
En referencia a si el Cúcuta Deportivo se acercó antes de las audiencias a acordar o mediar, confesó que no.
“Es una circunstancia que no podemos negar, que nos sorprendía que en el Cúcuta no había una intención de buscar un acercamiento, una posible salida de esta obligación que siempre permaneció insoluta. Fue una situación que no se pudo normalizar”, contó el abogado quien años antes le había ganado dos procesos a Cadena, con exempleados del club.
Sobre cómo vivió la audiencia, expresó que fue un momento tenso.
“Confluyen muchos sentimientos encontrados. Lamentablemente, debemos decir que es el mejor paso en aras de recuperar la dignidad del Cúcuta Deportivo, de su hinchada. Lo que se percibía en la ciudadanía era un reclamo y un clamor generalizado. La gente estaba cansada y golpeada por esta administración que regentaba el equipo”, confesó.
Igualmente indicó que el IMRD, estará muy atento a esta nueva etapa y a la llegada del gerente liquidador.